Desde tierras de regadío, llanuras eternas y agua a raudales, partieron los cinco jinetes trebolianos hacia las tierras agrestes del sur de la región, con una misión encomendada por la guardia treboliana, dejar huella y darnos a conocer cual hierba insaciable que no para de crecer.
El viaje comenzó el Viernes, con una mini-quedada para la preparación de la batalla y la organización de tan largo viaje, para el cual, este joven ejercito no estaba acostumbrado. La hora de la salida, las 7:30 de la mañana en La posada del Burro King, famosa por sus hamburguesas a la parrilla. Los soldados Haykehesperarle, El Papa, Paquete y La Bestia humana, partieron con sus carruajes no sin antes echar unas risas e incluso abrazos, embargados por la emoción de esta primera misión.