Distancia: 51.5 kms.
Descripción del recorrido.
Jesús, Jose, Jose Carlos y yo mismo, iniciamos el día con la ruta acordada la semana anterior. Partimos por las pistas, que ahora están en inmejorables condiciones, hacia La Haba. Ya a esa hora hacía calor. Dirección hacia el Puente de la Pared, donde paramos como siempre (15 kms. de ruta). A continuación seguimos hacia las minas del lobo, paramos allí; nos avituallamos, comentamos, bebemos, se repara el freno trasera de mi bicicleta (gracias Jose) y cogemos el camino hacia el puerto de la cabra, pero nos dirigimos a un camino que se desvía hacia la izquierda.
Hoy la verdad es que no he disfrutado mucho (calor, ruedas desgastadas, freno, cansancio, precaución, temeridad a las caídas...), un cóctel que me hace agarrotarme y que mis compañeros no hacen sino buscar sombras en los chaparros del camino, para esperar al penitente. Así subimos hasta el balneario, ellos tres bajo un árbol de generosa sombra, yo al lado de una palmerita que si hubiera podido me hubiera acompañado el resto de la ruta.
Así comenzamos la subida, muy pronunciada, que bordea la mina a cielo abierto de caolín (información que nos aporta Jose). Una vez arriba, seguimos por el camino hasta comenzar un largo descenso que mis compañeros aprovechan para poner tierra de por medio.
Finalizado el descenso, comienzan los caminos de sube-baja hasta La Antigua, peligrosos por la cantidad de arena y surcos provocados por las lluvias. Alcanzamos el puente sobre el Ortigas y nos desviamos hasta la ermita de La Antigua para llenar los bidones, que a esas horas están escasillos. La parada nos sirve para sentarnos, hablar y acordarnos de los compañeros.
Una vez repostados, agradeciendo al ermitaño su gesto de buena voluntad, iniciamos el camino de regreso a la metrópoli, atravesando una finca -cuyo nombre no recuerdo- y llegamos a una cancela (fotos). Seguimos en dirección a La Haba, atravesando esta población en hora punta, ya que en cada bocacalle nos asalta un coche.
Con tranquilidad abordamos el regreso por la pista que une La Haba con Villanueva, cuando un gilipollas montado en 4x4 nos da el susto de pitarnos cuando nos tenía encima, y es que cuando se repartieron los cerebros, a éste le cogió cagando.
Sin más incidentes llegamos a Villanueva, en una jornada que se me atravesó, pero bueno, qué vamos a hacer, otro día será... la próxima salida a Las Cumbres, digo a Doña Blanca, el domingo que viene a la hora acordada. Un saludo a los correliebres.