Fecha: 26 de agosto de 2012
Distancia:
48 kms.
Ruta: Sierra
de Rena
Crónica
de la ruta
Durante los periodos vacacionales siempre
contamos con la presencia de tréboles expatriados o lo que es lo mismo, las
brigadas internacionales, que nos llegan desde otros puntos de la geografía
hispana y nos hacen la visita de rigor acompañándonos a la ruta y al posterior
tercer tiempo. Si la semana anterior fueron los gallegos, en esta ocasión han
sido Colmenareño y Fraguel el Grande, los que han
compartido-departido con el grueso del grupo (y esto no lo digo por ningún
gordo, aunque los haya).
Al
Sr. de los Anillos se le ocurre pinchar antes de salir de ruta y también se le
ocurre repararla con su correspondiente parche. El caso es no salir a la hora.
Poco a poco los tréboles han ido acercándose al lugar de la quedada y también
acuden Paco y su primo, al igual que el Socorrido, que se empiezan a convertir
en habituales en nuestras salidas.
Hoy toca Sierra de Rena y por tanto, tramo de
Vía Verde, que por lo que nos cuentan está
dejada de la mano de Dios, como luego comprobaremos. Cumplimos con el
trámite de la vía sin más incidencia hasta llegar a Rena, desde donde
enfilaremos marcha hacia la Sierra que da sombra al pueblo. Cuando giramos
hacia izquierda dejamos un pequeño mercadillo, que ya conocemos por ocasiones
anteriores y donde a primera hora de la mañana aún está desierto, poco a poco
irán acudiendo los vecinos a comprar alguna ganga.
La
cancela de la finca que lleva a lo alto de la sierra está cerrada, así que como
en la República o como ahora hacen el Sindicato Andaluz de Trabajadores con
Sánchez Gordillo a la cabeza, la abrimos y tomamos posesión de la misma, es un
gesto anecdótico, pero como bicicleteros indómitos, nos hace ilu. Desde hace un
par de rutas de esta ruta, tenemos un bucle para los más intrépidos, más
fuertes, arriesgados, técnicos o como se les quiera llamar. Consiste en una
empinada cuesta de difícil agarre por el empedrao suelto que tiene. Colmenareño no se las piensa y toma la
cuesta, a pesar de tener una bici con horquilla rígida, ¡eres mi héroe!, le
acompañarán detrás Fraguel el Grande,
Manostijeras, Cálaman, Juan III y Martillo Pilón, -creo que no me olvido
a nadie- que vuelve para atrás y en un arrebato de coraje vuelve a enfilar la
subida con más brío, después me comentaron que cayó como un fardo en el
empedrao, al estilo costalero.
El
resto, seguimos la vereda que siempre hemos hecho en la parte inferior de la
sierra. Paramos antes de bajar, una bajadilla que se nos antoja bajadaza,
aunque con el cortafuegos que tiene que bajar el resto, esto es una
cuestecilla. El Sr. de los Anillos,
se aberroncha contra el tupido
follaje, para captar una instantánea del grupo de élite y mientras hacemos la
espera, El Cister y El Socorrido, buscan las gafas que este
último ha perdido y ¡bingo!, las encontraron unos metros más atrás. Mientras
bajamos, para ver una panorámica mejor desde el camino y observamos el
cortafuego donde descienden unos puntos pequeñitos de intrépidos ciclistas.
Deben pasar una armada alambrada donde más de uno pudo hacerse un tatuaje en
los cataplines o dejárselos en el peor de los casos.
Nos
cuentan su experiencia en la espectacular bajada y Manostijeras se trae de recuerdo un tatuaje hecho con el freno de
disco que había tomado más temperatura que un horno de asar cochinillos. El
camino hasta Villar de Rena es
monótono, bordeando la sierra, pero el ritmo es bueno. Al Presi, hoy se le antoja que desayunemos en la plaza del pueblo en
vez del lugar habitual del pinar, pero antes de llegar el grupo que formamos
compacto, una mujer que a esas horas riega sus plantas en
la puerta de su casa con una manguera, y ante el frenesí que le mostramos para
que nos enchufe, la mujer hace lo que le pedimos y nos moja cual grupo del Tour de Francia subiendo Alpe d´Huez. Cuando llegamos a la plaza, nos recibe un segundo mercadillo, con tres
o cuatro tenderetes.
Ahí comemos; Cálaman lo hace sobre la bici, como un león enjaulado, hoy
tiene problemas con el sillín convirtiéndose en Sillinman por un día. Después de la foto, volvemos a retomar
la sierra. En la cuesta que hay, el grupo se empieza a estirar. Veo como Charlybiker, deja atrás a Carlosbiker, y es que este chaval tiene un poderío del que poco
a poco va haciendo gala. Mu bien por Charly. Lo curioso, es que los ves por detrás y los dos
tienen el mismo estilo. Está clonado.
En la bajada, Colmenareño sufre con su horquilla rígida, normal. Retomamos el
camino bueno y llegamos hasta Rena de nuevo, despidiéndonos de su mercadillo
que está a su entrada. Tramo de carretera y camino hasta el apeadero de Rena ya en la Vía Verde. Hoy el Presi no quiere que subamos al Cerro de los Acebuches, pa tener más tiempo en el tercer tiempo y como
nadie le lleva la contraria pues llegamos antes. Un pinchazo de Manostijeras hace que nos demoremos un poco en la llegada, la
cual transita por la Vía Verde hasta llegar al templo del Mesón Beni donde nos espera un zumo de cebada acompañado de
bolitas de carne aderezadas con patatas de la tierra.
Nota: el día 23 de septiembre los compañeros de Medellín organizan su ruta, a la cual acudieron algunos
tréboles en la pasada edición. Ese mismo día hemos quedado con los Kñas para hacer la ruta conjunta con ellos. La cuestión
es que coincidimos en fecha y parte de recorrido. Bueno, se acordó mantener la
ruta con los Kñas y
los tréboles que vayan a Medellín, lo hagan a título personal. Decisión tomada en el
tercer tiempo de ayer.
Agur, correliebres.
Por
cierto, ayer me enteré en la ruta que se había abierto la veda de la tórtola turca...
Menuda emboscada teníais escondida tras la ruta de nivel bajo, “ideal para iniciados” creo haber leído en algún sitio (cronica 18 Oct 2011)
ResponderEliminarViva el tercer tiempo, propongo bonificaciones de 15 o 20 km. en la clasificación para los asistentes.
Y si, la gallinácea que realiza el descenso al estilo nenaza soy yo. Saludos.