1 de agosto de 2012

Licántropos por una noche


Como cantaría el grupo musical La Unión:
"Cae la noche y amanece en París, en el día en que todo ocurrió.
como un sueño de loco sin fin, ¡la Peña el Trébol ha salido por ahííííííí…!

Si tuviéramos que catalogarnos como seres de la noche podríamos decir que somos como licántropos (unos más peludos que otros), pero mucho menos sigilosos. Los numerosos focos "QuemaRetinas", unidos a la escandalera generalizada, las risas, los chistes, el pitorreo, los silbidos… y a la voz de Manostijeras (¡ah, no que hoy no viene!), espantaban todas las liebres, aves y demás seres vivos que se ponían por delante del pelotón. Si fuésemos depredadores cazando… ¡total no íbamos a pasar hambre!



Total 17 "Gusiluces" nos juntamos para el evento. ¡Lástima que no lo hagamos más a menudo! (TANTA GENTE, me refiero).

Salida desde la estación de ferrocarril dirección a Don Benito, donde Lobosolitario se detiene un minuto a conectar el GPS y se queda retrasado. Por un despiste (y no conocimiento del itinerario), se va dirección a Magacela. Al subir el puente de la vía, y no ver lucecitas rojas (parecíamos los coches de choque), regresa y enfila el camino hacia La Haba, pero tampoco. El móvil como siempre soluciona la papeleta: -Induráin… ¿donde estáis perracos?

Todos los componentes de la ruta y el foco de La Bestia


Nos reagrupamos detrás del Sprinter. Nada más arrancar, La Bestia llama comunicando que viene tarde en nuestra búsqueda (¡otro que ha tirado pa Magacela!) Seguimos nuestro camino a ritmo moderado para que nos alcance. Al llegar a la "fuente de la piedra mojá", la mitad del grupo se retrasa mucho, ¿habrá pasado algo?. Esperamos. Mientras aparece el amigo Micromachine que viene  sudoroso de correr (nos ha cambiado por "la flaca").

Hoy nos acompaña Juan Máquina, pero hoy "la máquina" es de hacer churros. A este hombre-lobo nos le han disparado con balas de plata. Está tan blanco que no necesita iluminación. La luna refleja en su rostro y nos alumbra el camino. El pobre lleva un "octavo pasajero" que le ha hecho vomitar antes de salir y… no será la última "papa" (¡Ah!… saludos al Papa). Reflexión: ¿como nos puede gustar tanto la bici que hasta venimos enfermos? Pues porque… ¡realmente estamos enfermos!

Llegan los demás. Al parecer han tenido pinchazo, Imedio ha perdido un foco "ecológico" (y las veinte pilas del mismo) y se han encontrado a La Bestia por el camino (ya somos 18). ¿Estamos todos? Vámonos.

Enfilamos el camino detrás de Iberdrola en línea recta hasta La Haba. Al llegar nos emocionamos en el descenso previo al pueblo y por falta de visibilidad y la excesiva velocidad equivocamos el camino. Al dar la voz de alarma, giramos todos menos uno. La bici de Lalex dice que: -¡PFFFFFSSSSSSS…! En el brusco giro al apoyar el peso sobre el talón del neumático se rajó todo el flanco dejando la llanta en el suelo casi instantáneamente. ¡Hacía tiempo que no veía un reventón tan tonto! Los mecánicos de Fernando Alonso rodean al protagonista de la avería y le ayudan en sus quehaceres. Nosotros desde lejos observamos atónitos lo que con tantas luces parece ser una reunión de espiritismo. -¡Pinchazo si estas entre nosotros... manifiéstate!

Cruzamos el pueblo. Los niños nos aclaman y los adultos cuchichean: -¡Estos tíos están como una p*** cabra! Tras atravesar la carretera comienza la parte más bonita y "durilla". La subida a Los Vergeles. Apretamos y… ¡p'arriba! Pique generalizado de tréboles y culminación del ascenso. ¡Estoy contento porque hoy me he llevado la de bronce!

Tras la subida, en lo alto hacemos la foto de familia más larga de la historia. La primera la jode el gracioso de La Bestia con un foco (siempre tiene que liarla), la segunda el aire tira la cámara (menos mal que estaba colgada), luego caigo la cámara al suelo (seré gañan) y cuando por fin conseguimos hacer la foto (que salió cojonuda), Juan (el enfermo), hoy bautizado como "Poty-poty" y un acompañante, se largan raudos por que ya no aguanta más en el estado en que se encuentra. ¡Esperamos que te mejores amigo y perdona las bromas!

Descenso precavido para enlazar con el camino de Magacela y de ahí a casa. Al llegar a Las Mimosas, cervecita y montado de lomo a cargo de la Asociación (buen detalle). Lástima que algunos tuviesen otros compromisos, porque... lo pasamos muy bien charlando.

¡Hasta pronto luciérnagas! No faltéis a la próxima.

 NOTA: ¡Bestia nada más irte llegó tu montado y… ummmmm… que rico estaba! 

Escrito por: Lobosolitario

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