"Las Leyes de Newton" en las 3 Cuestas

Recorrido: Vva.-Don Benito-camino de las Cruces-bajada por la arcilla-Carretera del Valle-camino a derecha hacia las Tres Cuestas-sendero empedrado-Puente río Ortigas-La Haba-Vva.

Fecha: 20 de mayo de 2012

Distancia: 52 Kms

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Crónica

Amanece el día gris tormenta. Un número reducido de tréboles nos reunimos en el punto semanal de partida. Todos mirando al cielo. Tal era la desconfianza que Fran ‘Agapornis’ y yo (Induráin), decidimos volver a casa a hacer acopio de un chubasquero. El cielo pinta de forma diferente a como se veía desde casa.

Mientras vamos y venimos, el grupo decide comenzar el camino hacia Don Benito por el camino junto a AKI. Allí nos esperan algunos para comenzar la ruta todos juntos. Alcanzamos al resto al poco tiempo. Al parecer, el grupo se había hecho un poco más numeroso en nuestra ausencia. Finalmente 12 tréboles.

Desde el principio del camino quedó constancia que durante el recorrido nos habíamos empeñado en recordar y poner en práctica aquellas Leyes que nos enseñaban en clase de Física y que no nos acordamos de ellas hasta que nos pasa algo: las Leyes de Newton (sí, el de la manzana, y no el que inventó el iPod, iPhone o iPad), y que son importantes en la MTB ya que tratan sobre la dinámica y el movimiento… en todas sus manifestaciones. 

Y como los tréboles somos como somos, comenzamos probando la última, la 3ª Ley o Principio de Acción y Reacción, protagonizada por La Bestia.

Repaso: 3ª Ley o Principio de Acción y Reacción.- Cuando un cuerpo ejerce una fuerza sobre otro, éste ejerce sobre el primero una fuerza igual y de sentido opuesto.

Al llegar el grupo al arroyo, tras pasar por las traseras del Hospital, procedemos a atravesarlo sin más problemas hasta que La Bestia, con el arrojo que le caracteriza, intenta hacer una demostración de poder y procede a pasarlo subido en la bici, de forma que en el salto final, se queda atascado y… entrada con honores en el Hall of Fame (o Salón de la Fama).

Con la misma fuerza que La Bestia dio con sus huesos en el suelo, el Planeta Tierra reaccionó en sentido contrario hacia su cuerpo y en décimas de segundo le vimos puesto en pie de nuevo, impidiéndonos inmortalizar dicha imagen en alguna foto, pero que quedará inmortalizada en nuestra retina y más aún en el ranking de nuestro  ‘I Premio "¡Mira Mamá, sin dientes" 2012’.

Después de la correspondiente chufla y mofa, continuamos hasta la fuente del pedrusco. Y desde ahí hasta la rotonda de la carretera de Las Cruces, donde cogemos su camino durante 4,5 km. hasta un camino a derechas. Ya comenzaba a caer las primeras gotas, pero todavía sin peligro.

Camino con buen firme en dirección a una de nuestras pesadillas de finales del año pasado. Recuerdo todavía cuando tuvimos que quitar el barro rojizo arcilloso a puñados de nuestras ruedas y cuadros y nos conjuramos en no volverla a hacer cuando hubiera llovido o estuviera lloviendo. Vamos, un día como hoy. Y como los tréboles somos Hombres, debíamos tropezar 2 veces con la misma piedra. ¿O son tres o cuatro veces ya?

Llegamos a la bajada arcillosa y comprobamos que se encontraba húmeda aunque poco blanda que la hacía factible para su descenso y sin mayores consecuencias. Unos con más y otros con menos prudencia, todos realizamos el descenso hasta el desvío a una casona a izquierdas donde realizamos el avituallamiento.

Bajo el gran árbol de la casona, reponíamos fuerzas a toda prisa por las constantes frases que se repetían entre el grupo: “La que viene. Esa nos coge. Daros prisa que se nos echa encima”. Las tinieblas nos acechan.

Tanto fue el apremio que a mí me pilló a medio comer y medio beber, y no había forma que la barrita pasara por el gañote, con el consiguiente ahogue. Recogiendo los bártulos sin poder ponerme el chubasquero. Mala elección.

Al grupo los alcancé a la altura de la carretera del Valle, donde Paquete y yo nos paramos en el desvío hacia las 3 cuestas a ponernos el chubasquero porque había comenzado a llover. Bueno, a diluviar y a ‘huracanar’.

Cuando por fin pude luchar contra el viento y envolverme con el chubasquero, junto a mi compañero seguimos tras la estela del resto del grupo, justo en el momento que comenzó a atizarnos de justicia una lluvia casi horizontal por acción del fuerte viento del sur-suroeste, de tal forma que sentías como las gotas te ceñían la cara.

Pasamos por el camino empedrado con cuidado por la gran cantidad de grandes piedras mojadas, y donde la vegetación nos encajona haciendo un bonito pasillo. Hacemos alto, y medio cubiertos de la lluvia, decidimos hacernos una rápida foto de familia.

Tan distraídos estábamos con la que estaba cayendo que a algunos nos pasó por inadvertido el paso por las tres cuestas. Y de esta forma llegamos a un punto donde Fran ‘Agapornis’ me indicó que era el paso del ‘camino de las cagalutas’, donde giramos para dirigirnos hacia La Haba.

Camino en descenso, pero con el peligro de los bancos de arena (esta vez húmedas) y sobre todo de las roderas, que nos hacían estar muy atentos al suelo.

En una de éstas, Fran ‘Agapornis’ decidió poner en práctica la 2ª Ley de Newton, o Principio Fundamental de la Dinámica.

Repaso: 2ª Ley o Principio Fundamental de la Dinámica.- La fuerza que actúa sobre un cuerpo es directamente proporcional a su aceleración.

Y así fue. En plena aceleración intentó evitar una rodera con la suerte meterse directamente en ella y, aunque logró frenar, dejando varias marcas en el camino, su desaceleración mayor ocurrió al contactar con el suelo con fuerza. Otro más para la carrera hacia el Hall of Fame.

Otra vez iniciamos el descenso y al poco tiempo, de nuevo, nos encontramos con Newton y su 1º Ley o Ley de Inercia.

Repaso: 1ª Ley o Ley de Inercia.- Todo cuerpo permanece en su estado de reposo o de movimiento rectilíneo uniforme a menos que otros cuerpos actúen sobre él.

Y en eso que estaba yo (Induráin), en pleno descenso, embriagado por la destreza en surcar los bancos de arena y roderas existentes, en pleno movimiento rectilíneo y ocurrióseme la posibilidad de hacer un ‘saltito’ al llegar a una de las rocas que cruzaban de vez en cuando el camino. 

El despegue fue perfecto, la altura suficiente para mí, pero el aterrizaje fue diferente a lo esperado. Al contactar con el suelo, los pies se me salieron de los pedales y gracias que caí con el culo en el sillín pude mantener el equilibrio. Mientras, una voz (Lobosolitario) se escuchaba por mis espaldas que decía: “Uy, uy, como te he visto”.

Llegados al puente de la pared, Lobosolitario se encargó de comunicar al resto del equipo los resultados y progresos de la puesta en escena de las 2 últimas Leyes confirmadas.

Dirección hacia La Haba, con un rodar sin más sobresaltos, llegando a la cruz donde se agrupó el personal. Mientras, vimos acercarse por la calle que lleva a la piscina del pueblo un coche del que salía una correa que finalizaba en un perro que corría al lado del coche y su conductor.

Pero había algo que no cuadraba. Esperando ver a un cazador que va paseando a sus galgos, nos fijamos que el pero en cuestión era uno pequeño, tipo Yorkshire terrier. ¡Pobre perro! ¿Desde dónde lo traerá corriendo al lado del coche? Pero si un perro de esos, con 2 vueltas a la manzana lo tienes ejercitado. Y el perro, como un monstruo, ahí aguantando.

Después de tal visión, proseguimos el camino hacia Villanueva por el camino de costumbre, llegando a una muy buena hora, las 12:30h.

La mayoría nos dirigimos a los lavaderos para limpiar de barro, sobre todo el posible rojizo, que tenían las monturas. ¡Como si no las hubiera caído suficiente agua!

Por último, indicar que no sólo Newton nos estuvo acompañando toda la ruta de hoy, también Murphy y sus Leyes, porque si hay alguna posibilidad de que llueva, seguro que lloverá, y en el lugar más desprotegido de todos.

Hasta la semana que viene, que toca mojarse el culo, aunque de forma diferente a la de hoy.

Por: Carlos (Induráin)