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El día antes a la fecha del evento ya había quedado con La Bestia a las 8:00 en punto donde siempre, pero… dándole muchas vueltas a la almohada tuve que levantarme a enviarle un mensaje por el WhatsApp para anunciarle que prefería ir por mi cuenta a Navalvillar de Pela. El motivo es que si se dormía (típico en él), me las vería muy canutas para montar mi bici, recoger el dorsal y preparar todo lo demás para la salida. ¡Comenzaba un día demoledor!
La salida finalmente se atrasó. Los ciclistas iban llegando a pares, tríos, manadas y… la organización se entretuvo de más con las inscripciones y entrega de dorsales (normal).
En representación Trébol con maillot verdi-negro: El Papa, La Bestia, Paquete y un servidor Lobosolitario. De repente aparece un 4x4 y de el bajan nuestra nueva incorporación Ricardo "Penultimate" y David, un colega Villanovense que aguantó como un campeón la dureza de la prueba y al que hemos animado para que se sume a nuestro grupo (si ha aguantado esta ruta… las nuestras las soportará sin problemas).
Explicación de las normas a seguir en boca del Presidente del Club Siberia Extrem y salida a cámara lenta debido al gran embudo resultado del gran número de participantes que allí nos encontrábamos. Una vez adentrados en la pista que nos lleva hacia la sierra el grupo se estira rápidamente, quedando Paquete delante y los demás detrás.
En general… ¡un 10 para la organización!
La ruta tiene una distancia alrededor de los 50 kms. y cerca de los 900 metros de desnivel positivo acumulado. Tiene tres grandes ascensiones, todas de entre tres y cuatro kms. de distancia. Dos de ellas, la primera y la segunda, tienen un buen firme y ninguna dificultad técnica. La tercera si tiene varios tramos muy técnicos (de piedra suelta, vegetación y peñas), en los que habrá que tirar varias veces "del molinillo", salvo los máquinas de turno que iban con "el mediano", por lo que convenía tomarse la subida con muuuuucha tranquilidad. En esta última vi "JOCICAR" a dos bikers igual que caen los sacos de patatas.
Había señalización y gente de la organización en la mayoría de los cruces que nos encontramos. La ruta contaba con dos avituallamientos, el primero de bocata de jamón y tomate más bebida sobre el km. 15 (demasiado pronto según las quejas del personal) y el segundo de bebida, barrita y fruta unos 10 ó 12 kms. más tarde.
Para que no hubiese mucha diferencia entre la gente de la cabeza y de la cola había 3 bucles opcionales, de entre 2-3 kms. de distancia cada uno, todos con una subida "moderada", y que solamente podría hacer la gente que fuese en la parte delantera (¡Paquete y 5 más vamos!). Estos no eran obligatorios, y aunque fueses en la cabeza si andabas justo de fuerzas, mejor pasarlos de largo y continuar hacía delante. La gente que hacía los tres bucles terminaba la ruta con 58 kms. y algo más de 1100 mts. de desnivel.
Sobre el tema de los bucles, solo una pequeña crítica constructiva para la organización: Deberíais poner flechas tanto para marcar no solo por donde prosigue la ruta sino también el bucle. En una bajada me embalé me puse a adelantar puestos y… cuando me quise dar cuenta me había metido el primer bucle. ¡ME LO HABÍA COMIDO, O MEJOR BEBIDO!, y… como que… actualmente no estoy tan en forma para meterme kilómetros de más, ME ACORDÉ DEL SEÑOR DEL CARTELITO 100 veces, je, je, je!
Una ruta sin percances serios, con un poco de todo, técnica a ratos, con unos parajes maravillosos, con unos descensos alucinantes de esos que te duermen los dedos y lo mejor... ¡organizada como dios manda!
Al llegar al pueblo dimos "el paseillo de sirenas" típico por la población donde nuestro amigo David pincho (faena de última hora). Pero.. como buenos Tréboles Ricardo y yo nos detuvimos junto con otro miembro de la organización a ayudarle para más tarde continuar hasta la meta donde ya estaban todos recogiendo los bártulos. ¡Ducha y a comer!
En la comida nos divertimos con los vídeos guarros del móvil de La Bestia, contamos anécdotas de la jornada y vimos en directo algo sorprendente: ¡A PAQUETE TAMBIÉN LE DAN CALAMBRES… ES HUMANO! (menudo salto pegó de la silla… y menuda patada me metió por debajo de la mesa).
Así quedo la burra tras la batalla. Lo que menos me gusta de estas rutas es la limpieza posterior ¡Joe!
Tras todo esto el sorteo de regalos, donde… dijeron mi número y… ¡¡¡un Culotte de Specialized de mi talla exacta se vino para mi casa!!! Del salto que pegué de la silla parecía que me había dado otro calambre a mi. Pero… si a mi NUNCA ME HA TOCADO NADA en la vida…¿?¿?¿?
Besos, abrazos y para casita. ¡Ah! y… la ruta sigue NO SIENDO nivel medio (digan lo que digan por ahí)
;)
Escrito por: Lobosolitario.
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