31 de diciembre de 2012

Engullidos por la niebla



Fecha: 30 de diciembre de 2012
Distancia: 39 kms.
Recorrido: Riberas del Zújar y Guadiana

Crónica
La última del año. Con esa sensación  afrontamos la ruta de hoy, un año repleto de rutillas, rutas y megarrutas, en medio: Guadalupe, Santa Amalia, Cabeza del Buey, Cornalvo, La Bola, los Scalextric, La Cabra, La Lapa,… que ha deparado momentos sosos, entretenidos, delirantes y sublimes. Al margen de los 66 tréboles que hemos conseguido captar para nuestro grupo, un montón de gentes provenientes de otras peñas, a título individual, otros que decidieron no volver a salir, en fin, gente que entra y sale y sobre todo, gente que se queda. Atrás quedaron las polémicas –con ánimo de volver o quizá seguir- los comentarios, el chat, el Facebook y el Twitter, las comidillas, los chascarrillos, el échate pa un lao, el quítate de enmedio, el que voy, las bicis del peo, las jodías cuestas, los charcos, las  vereas, los pedruscones, los gepeeses, los cubrebotas, las bragas, las chaquetas, los culottes y las camisetas térmicas, las barritas, las mangueras a presión, las cacas, las caídas, las bajadas,… en fin, el indómito mundo de la bici de montaña.
La niebla ha sido nuestra compañera toda la mañana, más allá de 20 metros no se veía un panizo, precisamente saliendo de la niebla nos llega nuestro Colmenareño al punto de encuentro. Traía las cejas blancas y las manos ni las sentía, es un crack. Desde nuestra vecina ciudad jabeña ha venido como el Transiberiano. También estaban allí nuestros dos últimos fichajes traídos de tierras calabazonas (El Sioux y … El Comanche), un par de indios. ¿No querías un apodo? pos yastá, bautizao quedas. Dos fichajes con mu buena pinta que se ha sumado al frenopático treboliano. También se ha dejao caer hoy Diego, después de todo un año que se acercó a la peña y ha cambiao su bici de asfalto por la bici terrona.


Partimos unos dieciocho tréboles después de haber sido bendecido por la Policía Local en dirección al Zújar. El cielo y la orilla no tienen mu buena pinta y la niebla no va a levantarse en toda la mañana, pero el espíritu treboliano no se arredra ante las adversidades y siguiendo el curso del río en sentido contrario atravesamos las lagunillas y el barro botijero que decoran a partir de entonces los colores de las burritas. El camino es conocido por todos, sin sobresaltos, excepto algún que otro charco que para mi desgracia mojan mis delicados pinrreles para el resto de la marcha y eso que tengo mis cubrebotas en casa, pero vamos que pintan lo mismo para mí que el jamón que tiene colgao el vecino.



Hay algunos retrasos en unidades que son engullidos por la niebla, lo que me sirve para entablar conversación con Adolfo El Comanche, el cual me plantea su resignación: ¡Anda, ponme el mote que te dé la gana, si total lo peor es resistirse!... y es que ya se sabe un trébol sin nick, mote o apodo es un trébol infante o medio trébol al que aún no le han crecido los pelillos del bigote… en otro momento mojaremos en la pila bautismal de Magacela lo que hoy se ha consumao como un bautizo en seco.


No recuerdo la última vez, pero seguro que hacía más de una año no cubríamos las veredas de Tamborrío y hoy la hemos podido disfrutar de nuevo. Tirando por la umbría de la sierra y en fila de uno como disciplinados japoneses nos adentramos en la exuberante vegetación de esta parte, que en alguna ocasión fue tapada por las zarzas rastrojeadoras. Hay tramos espectaculares en esta parte y una pequeña rampa que sirve de coñas para aquellos que intentan descojonarse del prójimo. Allí descansa ya un grupillo y los que vamos en medio la subimos como podemos, en mi caso con el estilo que me caracteriza: burrita al lado izquierdo. El Presi decide sacar cámara y capta el salto con tirabuzón de Induráin, que en previsión del hostiazo se tira del lado no-tullido, el otro tiene un cardenal que algún día llegará a Papa por lo menos. Entre tanto descanso, aprovechamos para sacar viandas, ¡ya que estamos!


Seguimos en dirección a la junta del Guadiana y el Zújar, hoy amenizado por el sonido de los perdigonazos y perros perdigueros en busca de perdices o codornices o conejos, zorzales, gorriatos y quién sabe si … en fin, me paro que me caliento. Así hasta el Badén y de ahí hacia el Quinto Coto o Quinto Coito, que dicen algunos y otros confiesan: yo no había llegado nunca a él. ¡Todo es posible con el trébol! O en su defecto con la tauritina.

La niebla sigue engulléndonos y ya nos rendimos hasta llegar a Villanueva, donde Juan III sufre un pinchazo de esos que sueltan aire y se escucha hasta en el Cerro de la Barca. En mi caso decido hacer el bucle y pasar por mi casa para quitarme los calcetines empapados y cambiarlos por unos calentitos y limpitos y es que la cerveza con los piés mojaos no sabe igual.



Hoy el tiempo no nos ha respetado y hay que bebérsela dentro del chiringuito: panceta, aceitunas, morcilla… reponen nuestras fuerzas y nos despedidos deseando que el año que viene sea muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuucho mejor que este 2012.

¡Salud tréboles! Y que los caminos que recorramos el próximo año nos deparen momentos sublimes. 

Este humilde cronista se despide de vosotros agradeciendo vuestra paciencia para leer estas líneas que sólo pretenden ilustrar lo que nos pasa cada domingo.

Agur, corresliebrecillas y recordad: Nunca pedalearás solo.

2 comentarios:

  1. Buena ruta, sobretodo la trialera que no la conocía. Aqui dejo el track de la ruta por si alguien lo quiere tener http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3795026

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  2. Feliz año a todos los tréboles y simpatizantes.
    Muchas gracias a los fantásticos cronistas y reporteros gráficos que hacen posible el que disfrutemos varias veces con momentos tan divertidos como por ejemplo el ostión de Induráin, los fotomontajes del pajilleitor etc.

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