Jamón al corte

Ruta: Trialeras del Ortigas
Distancia: 42 kms.
Fecha: 06 de Noviembre de 2011

Crónica de la ruta

Rutita corta, pero exigente, muy-muy técnica. De todo tiene que haber, no siempre se va por autovías. Hoy a pesar del frío nos hemos congregado bastantes tréboles, aunque bien es verdad, la mayoría somos habituales... y es que estar en el "top ten" nos lleva a una lucha encarnizada por el kilometraje. Tranquilos que el jamón será el trofeo no sólo para el primero sino para todos: se os avisará.

Enfilamos hacia La Haba con alguna ausencia notable, La Bestia, que se retrasa en la incorporación y cuando lo haga el jodío viene sudando. El caso es que nos hemos cruzado con cicloturistas descarriados que aprovechaban la mañana para hacer lo mismo que nosotros. De hecho nos hemos parado, alguno del pelotón los conocía, con un par de ellos. La parada ha sido un poco brusca, ya que El Papa me ha dado un empujón, que ni las maris en el mercadillo cuando encuentran en el montón el sostén que se ajusta a sus medidas. Chacho, que empujón ma dao el tío, casi hacemos el efecto dominó.

Hoy se nos une desde Cogolludo, Supermario Bros y Juan Rojo, que hacía tiempo no salía. El Papa me ha pasado una foto de Cogolludo con la que voy a estampar en una camiseta, no sé pero se ve a más de uno con el pie a tierra, mientras El Gurú, cual águila se aferra a su burra y logra remontar el tremendo desnivel, ¡qué gustazo! ¡Coño! pa una vez que no voy el último dejadme que disfrute.

El caso es que llegamos al Puente de La Antigua, con un parón anterior por culpa de un pinchazo del Desgastador, algo que se está haciendo habitual. Afrontamos el reto de las trialeras: al Sr. de los Anillos le encantan y el Gurú y Carlosbiker, acoplamos nuestra cestita y nos disponemos, con resignación a atravesar las veredas. Paquete ni las quiere probar: como a Aquiles, ya le hemos encontrado su talón. El caso es que las trialeras están achocolatadas, tremendos socavones, al parecer Supermario ha besado el suelo, lógicamente no lo hemos visto, pues nos encontrábamos a años luz.

Para afrontar las trialeras hay que ser muy técnico, deshinibido, un poco atrevido y bastante incosciente. De todo nos falta a Carlosbiker y al Gurú: si fuera católico hubiera llevado en la chaqueta la estampita del Gran Poder y la hubiera besado cual Lopera en el palco. El caso es que lo comparo con la técnica del "jamón al corte". Cuando al jamón le queda ya poco que arrascar, uno le empieza a dar vueltas al cuchillo y no sabe cómo meterle mano a lo poco que queda y sin hacerse daño, claro está. Así que cada vez que había una revuelta, una bajada o zanja o un pedruscón, había que estudiar cómo meterla mano... y en esto el grupo ya descansaba a la sombra del Puente de la Pared.

Parada en el Puente de la Pared con aperitivo

Nos queda otro tramo de trialeras, una vez comido, bebido, fotografiado, reído, hablado y marchado nuestros representantes del Homo Orellanensis. Ésta es más llevadera que la anterior, aún así tiene tela; es la trialera que conduce a nuestro Tótem, pero hoy no tocaba. Llegamos al camino por donde cruza el río y Lobosolitario está dispuesto a inmortalizar algún jostiazo. Pero si nos caracterizamos por algo es por nuestra locura colectiva, que ya ha quedado patente en varias ocasiones. Dos quads, al otro lado de la orilla, no se atreven a pasar, así que nosotros como los legionarios y dos cojones atravesamos el río, quiá a nosotros con retos... El premio: una medalla más para nuestra inconsciencia y los pies mojaos, justo para resfriarse.

Nos dirigimos hacia La Serrezuela a buen ritmo y de ahí a Doña Blanca, con subes y bajas y donde alguno empieza a acusar el esfuerzo. Llegados a Calabazonia decidimos tomarla cual soldados del Tercio de Flandes y colgar nuestra bandera en el centro del pueblo.

Ya camino de Villanueva, Lobo nos sugiere un camino, pero el Arroyo del Campo nos lo impide, teniendo que saltar por encima de los quitamiedos. Pasadas las traseras del Hospital, pincho la rueda trasera, no lo suficiente y teniendo que parar para hincharla de nuevo.

Inflando la rueda para llegar a casa fue una tarea repetitiva

De esta forma me bajo y acerco andando al Carrefour, donde La Bestia y Huan Solo están dando unas voces que se escuchan de Magacela pallá, y tó porque la pistola a presión les impide entenderse, pero chaaaachos que no hay que subir tanto los decibelios. Vaya par. Éstos pasarán a la historia de las grandes parejas. Huan Solo se ofrece, una vez inflé la bici, para lavarme la mia, lo cual se lo agradezco. Carlosbiker también deja la suya reluciente y otros tréboles han parado en El Beni a hacer enjuagues bucales... en otra ocasión los acompañaré, hoy no podía ser.

Lo dicho ruta jamonera. Y el próximo domingo a madrugar para subir a La Cabra: 9:45´ hora de salida.

Saludos, correliebres.