16 de enero de 2011

Tréboles en la niebla


Fecha: 16/Enero/2.011
Distancia: 52 kms.
Crónica de la ruta

Tercera salida del año y volvemos a tener el número mágico: 3. Los Sres. de los Anillos y Trébol y el Sr. Corraliza, nueva hojita del trébol, ganada con galones; esperamos sea la primera de muchas. Las ausencias notables, sobre todo la de Carlosbiker que por motivos ya señalados no estuvo en la cita, bien a su pesar.

Mañana de niebla cerrada. Hablamos qué ruta hacer y al final nos decantamos por la de Medellín, una ruta con pros y contras. Así que enfundados como los pescaeros que sacan el género de las cámaras frigoríficas, nos dispusimos a batirnos contra nuestra niebla, cortándola como cuchillo en mantequilla; tres siluetas inquietantes Vía Verde adelante, ¡joé un poco de literatura barata no está mal! A los pocos kms. primer contratiempo: mi rueda trasera, pinchazo (ecuación vía verde = pinchazo), arreglo, poco más adelante parada para equilibrar el sillín, me está tocando los cata... De nuevo, marcha hacia el Guadiana, al pasar por debajo de la Autovía Vegas Altas, vemos que lleva un corrientón, así que nos paramos para echar unas fotillos.


Afortunadamente los caminos se han arreglado y se están señalizando (postes de madera Caminos Naturales del Guadina GR-114), investigad en internet, debe haber algún mapilla. Corraliza sigue sin apuros el paso, es más en algunos momentos nos lleva con el gancho. Llegados a Medellín paramos en el puente, junto al monumento de la Batalla de Medellín (Guerra de la Independencia).


Momento de parada: pan de dátil que parece que me lo he bajao del moro, Jose con su tortilla de patatas -yo creo que de algo más- ¿quizá de ternera de Irún?

Después de vaciar la vejiga, decisión: ¿subida Quinto Cecilio o Castillo?, pos vale, Castillo... subidita-subida-subidón, coño con la revuelta última, es el rejón en to lo alto, pero al final, podemos coronar los tres; hay que respirar y nos asomamos al teatro romano que se está excavando. Bajamos y paramos a visitarlo y echar unas fotos. Y ahora, pa Villanueva.


Reflexión: es extraña esta ruta, de vuelta venimos a toa leche, no sé, es como si nos aguardaran las Rebajas con supergangas, el caso es que siempre ponemos la quinta como si nos persiguiera el diablo. La cuestión es que siempre pasa lo mismo y alguna vez ha habido cadáveres por el desgaste.


Llegamos a Villanueva por fin con la seguridad de la incorporación de un nuevo trébol, un amigo. He sacado la ouija para invocar al espíritu de esos tréboles que no acaban de acudir a la cita, esperemos que the next weekend estén junto a nosotros, los mortales.
Que la paz esté con vosotros, correliebres.

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