2 de enero de 2011

La primera del año


Fecha: 02/Enero/2.011
Distancia: 49,5 kms.

Crónica de la ruta

Comenzamos el 2.011 con una ruta suave. A las nueve y media, Jose ya estaba esperando en el sitio de las quedadas, le saludo y se nos acerca un cicloturista con chaleco reflectante, es un nuevo fichaje: José María del mismo Madrid. Nos comenta que se está iniciando en esto de la bici y que espera hacer la ruta con nosotros, lleva poco tiempo, así que decidimos una ruta tranquila, la sierra de Rena sin el tramo duro. José Carlos se nos une y le felicitamos el año.

Partimos los cuatro hacia la Vía verde en una mañana con niebla típicamente invernal. Comentamos los excesos de estos días y el trabajo que va a costar encontrar el tono, a excepción de Carlosbiker que va como una moto y todo se le queda en un diente. El recorrido nos sirve para cambiar impresiones con nuestra nueva hoja del trébol, y esperamos que se convierta en asiduo en nuestras salidas, siempre que se encuentre en Villanueva.


Hace frío y los piés se quedan idem, echo en falta las polainas, cubrebotas o como se llame, el caso es que las echo en falta... y como diría Lobosolitario, Carlosbiker, también. Comentamos el tema de la nueva equipación y acordamos que la próxima salida valga para reunirnos todos en la sede social: Mesón Beni, así que aquí queda la convocatoria se salga o no a hacer la ruta sobre las 12:15-12:30 en el Beni.


Eliminado el tramo de la sierra, vamos a hacer el recorrido a la inversa. El camino que cruza la sierra se encuentra atravesado por un arroyo y unos charcos-piscina y piedras sueltas, en un charco apunto estoy de caerme, tan despacio iba que el cambio no me entró bien y se salió la cadena, todavía no me explico cómo no me quedé clavado. A todo esto, Carlos había subido y bajado y Jose prueba su cámara con móvil de cuyo resultado ya me mandará las fotos de esta salida. A Jose Ma. se le empieza a atrangantar la ruta, pero persevera en el intento. Bajamos la cuesta en dirección a Villar de Rena, encontrándonos un zorro muerto, no no era Swaipe.


Llegados al pueblo, nos apalancamos en el merendero de los pinos, nuestro nuevo lugar de parada, allí compartimos ciruelas y Jose nos quiere obsequiar con la exquisita tortilla de patatas que su mujer le prepara cada vez que rutea. Jose continúa ilustrándonos de las bondades de su recién adquirida cámara-teléfono que hasta detecta si te descojonas o no. De nuevo seguimos al pedal rodeando la sierra, y nos atrapa el trompeteo de un grupo bastante numeroso de grullas ¡esto es Extremadura!!! Descubrimos también una hilera de zajurdas en plena sierra.

Llegados a Rena, tomamos la carretera y algunos estamos deseando vaciar la vejiga, separados unos de otros para no salpicar las botas, damos rienda suelta al líquido elemento; estamos en el apeadero de Rena. Vía verde adelante, vemos cómo el Guadiana lleva una corriente poco corriente y es que los pantanos de Orellana, Zújar y La Serena se encuentran evacuando, igual que nosotros momentos antes.

A Jose Mª se le hace eterna la subida y "le ha dado la puntilla", las piernas llevan ya más de cuarenta kilómetros y eso pesa. José Carlos, insatisfecho como un... decide subir y bajar la cuesta que lleva a la casa del cerro La Barca. Línea recta con subida constante en dirección Villanueva, fin de ruta y nuestro nuevo trébol ha culminado los casi 50 kms. de recorrido. En fin, que en Madrid vamos a tener que poner una delegación de tréboles, que a este paso van a ser más que los tréboles serones.
Feliz año, correliebres.

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