14 de julio de 2012

LA PYRENEEE (por El Cántabro)





A continuación os mostramos la narración de la última aventura de nuestro amigo Trébol "El Cántabro" en el norte junto a su hermano... ¡NO PARAN!

Día 28 de junio de 2012
El día 28 de junio de 2012, llegamos a Castrillo del Val, pueblecito de Burgos, nos alojamos en un hotel con encanto cerca de la ciudad. Tras 5 horas de viaje y con los 2 niños, el coche con trastos hasta arriba, y con mi querida Orbea Onix encima de la Scenic. Faltan 2 días y medio para el 2º gran reto del año tras el Soplao y 400 kms hasta Lourdes, lugar en donde nos alojaremos hasta el señalado día 1 y en donde me encontraré con mi brother y su family, mi cuñadita Jane y mi sobrino Héctor. Me encuentro bien, esta semana me la he tomado de descanso y no quiero coger la bici hasta el domingo, quiero olvidarla para cogerla con ganas ese día.
Día 29 de junio de 2012
Llegamos a Lourdes, después de pasar por infinidad de peajes y dejándonos una pasta llegamos a otros 400 kms desde Burgos. Nos alojamos en un hotel cerca del Santuario, por cierto impresionante, parece Walt Disney, gente por todos lados rezando y cantando, curas, monjas, garrafas de agua, vamos, que vaya negocio tienen montado.

Día 30 de junio de 2012
Mi hermano David, conocedor de esta zona de Francia nos enseña La Gavernie, una de las cascadas más altas de Europa con cumbres de más de 3000 mtos de altidud. En principio iba a ser un día de descanso, pero después de este paseo tuvimos que recoger los dorsales en Argeles Gazost, entre pitos y flautas todo el día danzando de un lado para otro, vamos que llegamos “reventaos”-



Día 1 de julio de 2012 (día de la prueba)
Tras una noche sin pegar ojo, 1 hora solo de sueño, a las 4:35 horas suena el despertador, toca levantarse, preparar todo, vamos tipo Soplao, como el día es similar, es decir lluvia y frío, ya estamos acostumbrados. Nada más bajar a recepción, con la bici, porque esta durmió conmigo, al ladito de mi cama en la habitación, os podéis imaginar, toda la gente del hotel, la mayoría congregaciones y de la 3ª edad, flipaban cuando veían nuestras máquinas rodar por el Hotel, pues como decía, nada más bajar a recepción, chaparrón, esto más o menos era sobre las 5:20 de la mañana, vamos que daba miedo salir a la calle, el tío que estaba en la cafetería no se lo creía, salir a correr a estas horas, vamos que no nos cobró los cafés. Al salir a la calle mojadura de campeonato montamos las bicis bajo un aguacero impresionante, no está mal, no hemos comenzado la prueba y ya estamos calados, joder que afición a la bici. Llegamos a Argeles a las 6:20 horas de la mañana y aprovechamos para relajarnos un poco antes de tomar la salida, dentro del coche claro. Fuera, lluvia y lluvia, para variar. A las 7:00 dan la salida a los 4 valles, es decir el mismo recorrido pero con el Aspin y el H. Azinan de por medio, viendo el panorama y la retirada masiva de corredores tomamos la decisión de participar en los 2 valles, es decir Tourmalet, Col de Lingust y Col de Huatacam, y 120 km de recorrido con casi 4000 mtos. de desnivel acumulado.



A las 8:00 horas de la mañana tomamos la salida, unos 800 corredores en principio, aunque sinceramente a nosotros nos parecían menos. Como siempre nos posicionamos en cola de pelotón, ya habrá tiempo de adelantar. El coche escoba nos sigue e incluso nos pregunta si tenemos algún problema, le explicamos que no, que hemos parado a mear y a comer algo antes de afrontar los casi 40 km de subida al Tourmalet, si 40 kms de subida desde Argeles Gazost, primeras rampas suaves y partir de Luz Saint Sauveur el verdadero puerto, 19 kms de subida al 8%, casi na. Empezamos a superar corredores, uno tras otro, la gente se ceba al principio y pasa lo que pasa, pájara al canto. Kms y kms de subida, todos marcados con un letrero indicando los kms restantes y su consiguiente desnivel, los franceses cuidan mucho estos detalles y más en estos puertos míticos. A unos 15 kms para la cima sufro una pequeña crisis, me tomo un gel e intento concentrarme en mi ritmo, el frío me va mal, no contesto a las preguntas de mi hermano, el cual me deja sorprendido, después de todos los problemas físicos que lleva esta temporada realiza una ascensión fabulosa. Seguimos pasando corredores, muchos, alguno haciendo eses de un lado a otro de la calzada. Poco a poco me voy encontrando mejor, pasados unos 5 kms se acoplan detrás nuestro 2 franceses que nos acompañaran hasta la cima sin darnos un relevo, en estos momentos relevo a David y marco el ritmo ya hasta el final, mientras por el carril contrario vemos multitud de corredores que han abandonado la prueba. Un gendarme nos indican que nos abriguemos bien, en la cima la temperatura está bajo cero, y eso que la lluvia nos está dando una pequeña tregua.


En el último km David y el otro francés que nos acompaña ceden y me voy con el otro franchute que corona en solitario, intento no gastar demasiadas fuerzas, me hubiese gustado remacharle por su mala educación, pero cualquier exceso en esos momentos hubiera sido fatal. Coronamos la cima bien, vamos con bastante tiempo de adelanto sobre el control, mi hermano pierde unos 20 segundos nada más.

Hemos coronado el Col del Tourmalet por su vertiente más dura, realizamos la subida de un tirón, y sentimos a la vez una gran satisfacción, hemos superado otro reto, uno de los puertos más míticos del Tour de Francia, en donde los grandes corredores de la historia han librado las más fascinantes batallas.


Prácticamente sin tiempo de poder disfrutar este momento, y con un avituallamiento de risa, salchichón, coca cola, y agua del grifo, si agua del grifo ¡¡estos franceses!! enfilamos el descenso, el frío y el viento es demoledor, 20 kms de bajada, David, y muchos más participantes tienen que interrumpir su bajada para refugiarse del frío en pies, manos, cara... Después me entero que mi hermano ha entrado en una tiendo donde le limpian las gafas y le dan cobijo. Me encuentro en Sta. Marie de Campan y tras más de 15 minutos de espera continuo la carrera solo, me encuentro bien, voy fino, he superado la crisis y a medida que avanzan los kms encuentro mi punto. Me uno a un grupeto de franceses de 7-8 corredores y ruedo con ellos hasta el Col de Lingoust, un puerto de 2ª categoría con rampas de 8-9%. En ese punto recupero a David, este hombre es pura fuerza de voluntad, se ha recuperado milagrosamente y vuelve a estar a mi lado, ya solo nos quedan 30 kms hasta el infierno, el Col de Hautacam. Acompaño a mi hermano hasta la base del puerto.

Como suele pasar, en esta zona de llano y descenso perdemos lo que ganamos en la subida. Llegamos a la base de Hautacam a las 13:30 más o menos y a partir de aquí lo peor, el frío, la lluvia y la niebla, 12 kms de ascensión al 8 %, un puertaco de Categoría Especial, con rampas hasta del 14%. Nada más comenzar la ascensión David pierde contacto, muchos participantes abandonan y ni siquiera intentan subir. Subo con dificultad el frío me tiene atenazado, en estos momentos echo de menos el calor extremeño, los carteles indicando los kms a meta y el desnivel me hacen sufrir más si cabe, la pendiente no baja, 8-9-10% hasta el 14% en algunos tramos, subo atascado y no disfruto de la subida, y solo en este puerto consumo hasta 6 geles. La niebla prácticamente no me deja ver a más de 10 metros, aún así voy superando corredores que no se si podrán llegar arriba. Algún aficionado incluso me empuja para restar terreno hacia meta, aún así el puerto se hace eterno.

Finalmente lo corono, empapado hasta los huesos y tremendamente agotado, el frío en la cima es insoportable y la bajada más. Voy agitando las manos para evitar la hipotermia, los 12 kms de descenso se hacen eternos. En la bajada me encuentro a mi bravo hermano que con dos huevos corona el puerto a 13 minutos. Sufro mucho en este tramo, el frío me tiene atenazado. Al llegar abajo me tengo que tirar sobre el césped, sufro calambres en el cuadriceps y la médico de la organización me tiene que asistir. Permanezco tirado durante 10 minutos en el suelo con la Dra., aplicándome masajes en la piernas. Me quieren llevar en ambulancia pero les digo que no, solo faltaba eso, los últimos 3 kms en ambulancia, y encima mi mujer viéndolo. El frío y la lluvia me han jugado una mala pasada.


Poco después llega David, un campeón, a base de Tramadol, Radiosalil y sobre todo fuerza de voluntad logra terminar, es el campeón de la jornada. Me encuentro con otro compañero de Los Corrales de Buelna (Cantabria) que me comenta lo que ha sufrido en los descensos. Por fin hemos llegado a meta.

Ascensión al Col de Hautacam
Pero lo “mejor” estaba por llegar, a mi hermano David se le olvidó el ticket y una “simpática” francesa no le sirvió la comida, que no, que no y que no, que sin el ticket no cobraba la comida. No nos lo podíamos creer, mogollón de kms desde Cantabria y Extremadura para correr esta prueba, el sufrimiento de la carrera en sí, y encima, sin poder comer. Incluso a mi mujer le llamo la atención por intentar servirme la comida a mí. Qué hija de su madre.

Evidentemente David le dijo 4 cosas, entre ellas que nunca volvería a correr esta prueba, y es que en España se organizan mucho mejor, ya lo habíamos leído en bastantes foros pero después de esto quedó confirmado. En ningún momento vimos Policías, salvo en un tramo de la ascensión al Tourmalet, los carriles abiertos a la circulación, al parecer esto es normal en las carreras de esta zona, incluso tuvimos un percance con varios vehículos, y su consiguiente peligro para todos los corredores, falta de bebidas isotónicas. En sentido contrario quiero agradecer a todos los voluntarios y al presidente de la prueba su amabilidad.


Para colmo, todavía faltaba el postre, de regreso al Hotel, y cuando estaba montando la bici, me doy cuenta de que me falta la rueda delantera, y es que me la habían robado, el disgusto enorme, por no poder coger la bici estos días, por la pasta que vale una rueda de carretera y por el sinvergüenza que me la ha birlado, y lo que más me jode de todo esto es que seguramente fue alguno de los “compañeros” que estaban cargando las bicis al lado mío. Vaya final, bueno en el fondo queda los buenos momentos de las ascensiones a estos puertos, y el poder compartirlo con mi familia y con mi hermano David, con el que he vuelto a disfrutar subiendo después de un año de lesiones y problemas físicos.


El año que viene, a pesar de este cabreo, volveremos, no a esta, pero si a alguna otra prueba de esta zona, de momento ya tenemos una en mente. Ahora a descansar y recuperarse, el sábado 7-7-2012, junto a nuestro amigo Carlos y a otros flipaos de la bici, vamos a por la quedada del Soplao, después vendrán Zújor Cos (Cantabria), Camino de la Perdición, La Pedro Delgado, Desafío Foramontanos (Cantabria)… esperemos que con buen tiempo.

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