26 de julio de 2012

Chapuzón en la playa




Fecha: 22 de julio de 2012
Distancia: 66 kms.
Ruta: Orellana
>DESCARGAR TRACK
>VER TRACK ONLINE

Crónica de la ruta
Quedada habitual y retraso de unos 15 minutos para el comienzo de la ruta. Seguimos teniendo la mala costumbre de esperar más tiempo del debido, pues no deja de haber goteo constante de tréboles que se unen a la causa y aún así hay más de uno que tirando de teléfono conecta con el presi para alertar sobre su retraso. En fin, ¡qué se le va a hacer! somos así y si a eso le sumamos lo que nos gusta hablar cuando encontramos un chaparro redentor, pues no te digo ná.
La intención es llegar a Orellana y pegarnos el remojón que el día de Cogolludo nos fue hurtado, aunque no hay unanimidad al respecto, como ya veremos. El caso es que atravesando el Badén nos dirigimos por los caminos paralelos al Zújar por su ribera derecha, hasta que llegamos a una pequeña lagunilla que encharca dicho camino y hoy, no sabemos la razón, está encharcado con un nivel por encima de los tobillos. 





La Bestia, que no quiere perder su apelativo, lo cruza sin miramientos, hoy está haciendo reválida, adelantándose así al ministro Wert y su pretendida implantación y no estando satisfecho con haberla cruzado fue de nuevo para atrás, donde el grueso del pelotón asistimos como espectadores al pasatiempo surrealista al que nos tiene acostumbrado. Hoy nos acompaña el primo Laure de los Kñas, que en su línea de comedimiento esboza una ligera sonrisa y piensa…



Como no sabemos abrir las aguas como Moisés, nos dejamos guiar por la Bestia, que dice conocer otro camino para llegar a Entrerríos. Craso error. Un arrozal en plenitud nos espera y junto a él, una ladera minimalista sobre la que vamos haciendo funambulismo a ratos y a patita los más. La Bestia nos ha vuelto a engañar, y eso que no somos unos infantes imberbes. El espectáculo depara a dieciocho o veinte tíos, encaramados en el líneo de tierra, haciendo equilibrismo. Menos mal que una voz amiga labriega no dice ¡por ahí, no!, que no pasan ni los tractores… y es que la Bestia nos guiaba a un barranco en el intento de inventar un nuevo deporte, "Barranking cicling".






La recompensa la tenemos en la compuerta de la acequia que despide agua a velocidad para encharcar el arrozal y nos sirve para limpiar las burritas, en mi caso para limpiar burrita y entrepierna, como diría Paquete. Atravesamos el poblado de Entrerríos y a su salida una amazona practica equitación y hace que más de uno haga comentarios del tipo, ¡qué bien practica la monta! o... ¿te has fijado, qué era lo que tenía debajo, caballo o yegua?...



Nos dirijimos ahora hacia el Camino Real, ruta asfáltica hasta Orellana. Como todo es sube-baja, incluso se agradece, por entretenida, es de las pocas concesiones que hacemos al duro suelo. Juan Imedio, que tiene otras obligaciones, se tiene que retirar y se vuelve solo hacia Villanueva.





En el Cortijo Perales una pequeña delegación treboliana, nos aguarda: son Carlosbiker, el re-tardón hoy, y el Papa, que viene de las orellanas. Como siempre una excusa y una sombra son suficientes para entablar conversación. Continuamos el camino y subes y bajas, nos cruzamos con un crusaíto, Raúl, que viene de vuelta de su salida y vemos a una señora con su hazadón, quitando yerbajos a pleno sol. La mujer debía tener al menos 180 años y el sol le había dejado las huellas en la piel como a un jigo seco. ¡Qué señora, esa tiene más fondo que todo el trébol junto!, no digo yo que subiera a la Cabra, pero quitando yerbajo pule al más pintao.





Llegamos a la carretera que une Campanario con Orellana o viceversa, pues no sabría quien fue primero. Juan III, que ha pinchado, lleva la rueda de gel floja, pero esperará llegar al pantano para cambiarla. Iniciamos una larga bajada por carretera y aquí se inicia un animado debate: Vamos para el cubo del embalse (parte baja) y pasamos por la pasarela, no yo, no, me voy a la playa antigua y chapuzón. Sí señó, organización ante todo. El caso es que tras subir el último repecho, llegamos a la caseta Dolores y ahí buscamos el líquido elemento y a otras dos muchachas que ya retozaban a esas horas sobre las toallas.






La mayor parte nos tiramos con nuestros trajes de baño, estilo principios de siglo XX, con nuestros tirantes y todo. Chapuceamos en la playa y montamos una algarabía, que a punto estuvieron de dar parte a la benemérita. Algunos no se mojaron y oficiaron de mirones a esa chiquillería escandalosa. Cálaman aprovecha para tomarse un cafelito. Partimos por el Canal unos kilómetros, hasta adentrarnos en los caminos señalizados como “Caminos naturales del Guadiana”, ahora comienza el polvo y empezamos a tragar y a esnifar, no sé en qué proporción, polvo y más polvo. Por momentos tenía el “Síndrome Camarón” y pensaba si no necesitaría un tabique de platino después de la ruta.





El grupo comienza a estirarse y el sol empieza a salir con rabia, contibuyendo a la sequedad del gaznate. Coincidimos en parte con el trazado de la ruta de los ríos, que al mes que viene volvemos a reeditar. Induráin empieza a sufrir un poco, pues la rodilla la trae fastidiá. Al Gurú se le sale por dos veces la cadena, cuando iba a meter plato grande y se iba a cagá. Acompañándonos viene el Císter, un fichaje de los buenos con el espíritu trebolero a flor de piel, se ha ganado nuestro afecto y respeto a pulso.





Pasada la toma de Valdivia, el Sr. de los Anillos y el Gurú, comienzan a tirar del grupo, a buen paso, siendo relevados por la Bestia y el Coronel. Dada la hora y el calor, decidimos tirar por el asfalto de los dos badenes y la carretera de Entrerríos. De ahí hasta Villanueva no hay perdón… tirar, tirar y tirar, después de más de 60 kms que llevan las piernas.



Hoy me he ido con Cálaman a limpiar las burras y abandono, dada la hora, a mis compañeros cerveceros, que ya buscaban sitio en la terracita que se ha convertido en habitual en la Avda. de Chile.



Bueno, que disfrutéis la ruta del domingo. Designad un cronista de guardia, pues el que está aquí se pasa al lado oscuro de la bici y no os podrá acompañar, día de asueto y descanso. La feria y las obligaciones mandan. Ciao, correliebres.

2 comentarios:

  1. Se me ha olvidao comentar, la "embestida" que le propinó Juan III a Induráin... un poco más y no lo cuenta, peazo de empujón.

    ResponderEliminar
  2. Se me ha olvidao comentar, la "embestida" que le propinó Juan III a Induráin... un poco más y no lo cuenta, peazo de empujón.

    ResponderEliminar