19 de octubre de 2009

Pásate a los pedales automáticos

El pedal conocido como automático, aquel que mantiene unido el pie del ciclista a la bicicleta, permite un mayor control y una pedalada mucho más eficiente.

Foto: Pedal automático tipo SPD para MTB.

El pedal conocido como automático, aquel que mantiene unido el pie del ciclista a la bicicleta, permite un mayor control y una pedalada mucho más eficiente.
La invención de este tipo de pedales representó una de las mayores innovaciones de la historia del ciclismo.
Una pedalada ideal es una pedalada "redonda", básicamente consiste en poder aplicar la fuerza a lo largo de todo el recorrido o circunferencia. Y es que, con unos pedales de plataforma tradicionales, sin ningún tipo de unión al pie del ciclista, sólo se puede ejercer presión sobre los pedales en el parte descendente de la pedalada.
Muchos ciclistas manifiestan inicialmente cierto temor a ir unidos a la bicicleta por los pedales, pensando que no podrán sacar el pie a tiempo si fuese necesario. Es verdad que, debido a la falta de costumbre, se pueden producir las habituales caídas al empezar a usar este sistema, casi siempre en parado y normalmente sin consecuencias. Una vez que el ciclista tenga práctica y libere el pie de forma intuitiva, las ventajas en cuanto a seguridad y control de la bici, superarán con creces esos pequeños inconvenientes del principio.
También hay en el mercado pedales mixtos. Estos pedales tienen un enganche de tipo automático en una de sus caras, manteniendo la habitual superficie en la otra y permitiendo pedalear con los pies completamente liberados. Es útil para habituarse al pedal automático, pudiendo elegir no ir enganchado en situaciones que el ciclista considere comprometidas. Lo normal es que, finalmente, el ciclista se decida por un pedal totalmente automático, una vez que mecanice el fácil gesto de liberar el pie del pedal (con un pequeño giro lateral del talón) y se sienta cómodo y seguro. Pero aún puede ser válido el pedal mixto para determinados usos, por ejemplo en las disciplinas más técnicas con vertiginosos saltos y descensos (freeride, down hill, dual, etc.). También puede tener sentido un pedal tradicional (con calapies o sin ellos) en bicis de paseo o para un cicloturismo tranquilo (cuando la efectividad no sea determinante), ya que no necesitarás un calzado diferente cuando te bajes de la bicicleta.
Obviamente no sirve cualquier calzado para un pedal automático. Las zapatillas deberán estar preparadas para alojar las calas, las piezas metálicas que se enganchan al pedal. Asegúrate siempre de que son compatibles el calzado y tipo de pedal, ya que hay varios sistemas en el mercado (SPD montaña y carretera, Look, Time, Speedplay, Egg Beater, etc.).
Si te decides finalmente a usar automáticos, te recomendamos que pongas al principio el punto de ajuste o tensión (si lo tienen) en la posición de liberación más sencilla, para ir apretando poco a poco en cada salida, hasta que encuentres el punto ideal. También es conveniente poner unas gotas de aceite en los pedales con frecuencia (acuérdate siempre trasun lavado). Asimismo te puede ayudar el practicar el movimiento de rotación y liberación del pie en parado un buen número de veces. Y ten en cuenta, eso sí, que al llevarlos "flojos" puedes tener problemas si aplicas demasiada fuerza (por ejemplo al afrontar un sprint o en un desnivel ascendenteextremo), llegando a salirse de golpe el pie; así que eso déjalo para más adelante.
Noticia publicada en parasaber.com y as.com, escrita por Álex Quiterio.

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