17 de febrero de 2020

¡Cómo me gusta el olor a fertilizante por la mañana!





              Algunas conversaciones se tornan tan interesantes que cuando te das cuenta vas tú solo con el conversador. Esto es lo que nos pasó al comienzo de la ruta entre el Señor de los Anillos y el que escribe el relato. El tema era interesantísimo, así que nos abstraímos de nuestro entorno y quemábamos camino mientras hablábamos de criadillas, espárragos y cardillos. Vamos, que la cumbre de la Tierra se nos quedaba pequeña. Yo le miraba y allí estaba la Greta Thunberg del Trébol, qué concienciación ecológica.

              Mientras transitábamos por las calles de La Haba, Sergio me advierte de mi suspensorio y la necesidad de pasar por el taller. No te asustes, Sergio, esperaré mejor ocasión para bautizarte, aunque hoy me lo has puesto muy fácil. De nada. Antes de entrar en territorio jabeño, el Gallego nos esperaba cual Don Juan esperando a su Doña Inés, el problema era que éramos muchas ineses las que habíamos partido desde Villanueva. Vamos, que tenía dónde elegir. Tengo que decir, que este Gallego nuestro no parece gallego, es un gallemeño (mitad gallego, mitad extremeño), caracterizado por una incontinencia verbal que abruma. Este Gallego no habla, ametrallea las palabras, no para, es un prodigio del verbo. Mientras que los demás estamos quitándonos las lagañas, él ha soltado ya medio millón de palabras. Yo le entiendo, porque llevaba 20 minutos sin hablar, pues hizo el camino desde Don Benito solo.

              Discurría la mañana, tranquila y plácida, dispuesta a afrontar las trialeras de la mejor forma. Al llegar al Montecillo y abrir la cancela, nos recibe el enorme perro que cuida de la finca. Y oh! Sorpresa, el Señor de los Anillos nos demuestra sus dotes de susurrador de perros y consigue amansarlo. No me queda otra que pedirle a Pacorretales que inmortalice el momento, por eso es nuestro faro, el que guía nuestro pasos. ¡Qué temple, qué manejo de la situación!
              Cubierto el primer tramo de las trialeras, paramos a merendar. Y allí me comentan las expectativas del grupo y ¡a ver qué voy a poner en las contracrónicas! No os preocupéis por eso, ya que todo lo que hagáis o no, digáis o no, veáis o no,… será recogido por el contracronista. Y si os quedáis quietos y callados, igualmente.
              Al enfilar el segundo tramo de las trialeras, Sergio nos dice que esperemos, que va a subir una piedra montado en la bici (yo sé que este reto estaba patrocinado por Clínica Dental Canorea), pero mañana no tendrá que ir. Seguíamos por la trialera cuando nos dicen que hay que atravesar el río (y montado), pero vamos a ver: domingo por la mañana y que me tenga que ver en estas y encima el Vargas intentando grabar la tragedia. Caída no, pero los piés ya irán mojados para el resto de la ruta. ¿Quién fue el irresponsable de esta decisión? La cárcel es poca cosa para quien nos mete en estos berenjenales.

              Camino de La Serrezuela, un olor pestilente asomaba. Yo pensé que era caca de cochino, pero Jaime y Martillo Pilón me sacaron de mi error: era fertilizante. Entonces me vino a la cabeza la frase del Teniente Coronel Killroy en Apocalipsis Now, cuando decía: Cómo me gusta el olor a napalm por las mañanas. ¡Vaya peste! Yo sé que no me voy a ganar la vida con la distinción de olores con mi pituitaria. Sin embargo, ofrezco mis servicios de mis papilas gustativas, soy buen catador de jamón, queso, marisco y vino; lo hago de forma altruista, a cambio puedo daros un buen diagnóstico del producto degustado (me lo podéis encargar por privado).
              Para terminar, el grupo se dirige enfilando la cuesta de muebles Ávila, cada uno como puede, otros como le dejan y los demás arrastrando la lengua. Bueno, tréboles, descansad, sed buenos y recordad nuestra experiencia de nuestro olor mañanero a fertilizante. Qué buen despertar tenemos algunos cuando saboreamos estos pequeños detalles.
El Gurú
(El contracronista suplente)

1 comentario:

  1. Muy buena crónica amigo Gurú!!!! Uno ya no solo disfruta de la ruta dominical y de la compañía de los tréboles, sino también leyéndote.enhorabuena!!

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