¿Cuándo estaremos cumpliendo 100 años?

Recorrido: Ruta de las 3 cuestas (sentido La Haba) 
Fecha: 30 de junio de 2013
Distancia: 46 Kms.
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Crónica
Hoy volvemos a realizar una ruta de las que uno nunca sabe cual es la cuesta 1, la 2 o la 3, puesto que a cada uno se le atraviesa una cuesta diferente según su estado de forma, de ánimo, de distracción o incluso comodidad. Y es que hoy no creo que estuviéramos ninguno cómodo, pues el sol y el calor ya daban bien de lo lindo desde temprano, aunque los tréboles, fieles a nuestro horario, salimos 15 minutos mas tarde de la hora de quedada.

En esta ocasión volvemos a hacer la ruta en sentido inverso al original, dirección a La Haba y el Puente de la Pared.

Desde el inicio se divide el grupo en dos. Yo (Induráin) destacaba entre mis compañeros por el maillot que había elegido para esta ocasión. Y es que este año se celebran los 100 años del Tour de Francia y, como no, para festejarlo he vuelto a vestir el maillot amarillo que gané 5 años seguidos (y no ese yonkie gringo). Un maillot que es muy sufrido llevar porque ¡pega una calor de coj…! (no es que 300 ciclistas todos los años no puedan llevar ese maillot en el Tour… ¡es que no quieren!).

Al pasar por el puente de la carretera nueva de Quintana recordamos el pinchazo de Lobo de la semana pasada, vertiendo todo tipo de opiniones y esperando a la visualización del vídeo para los que no tuvieron oportunidad de asistir en directo al espectáculo.

Seguimos en 2 grupos hacia el puente. Al llegar no paramos y seguimos hacia delante con las primeras rampas donde ya se comprobaba que iba a ser un camino repleto de polvo y arena.
Al llegar al cruce, ¿y las cagalutas? Esas que les dan nombre se habían desintegrado por efecto del calor, ¿o se han desintegrado las fabricantes de las cagalutas? Sea lo que sea, el cruce no parece el mismo. Algunos aprovechan para picar algo.

Seguimos a derechas por la trialera que se ha formado para deleite de muchos. Me puse a la cola del grupo y descolgado por un bajón físico. El calor estaba haciendo estragos en mí, cosa que arrastraré a lo largo de todo el camino.

En uno de estos socavones generados por las aguas, a Carlos, compañero que nos acompaña cada domingo, le resbala la rueda delantera en el borde de un gran hoyo y da con los huesos en el suelo. La pena es que no sea socio de la Peña, puesto que entraría en la disputa por el premio “Mira Mamá, sin dientes” y de paso hacerlo  con el apodo de Carlos “El Orgullo”–so” gracias a ese maillot arcoiris que viste en las últimas semanas que parece conmemorar los días 28 de junio (Día Internacional del Orgullo LGBT).

Al final de la trialera volvemos a parar. Un gran árbol da cobijo de sombra al grupo, lo cual hoy es igual de importante que el agua. Se vuelve a picar algo.

Seguimos por un camino en bajada, tan seco que el rodar de los de adelante levanta tal polvareda que sólo se vislumbra unas sombras dentro de la nube generada.

Llegamos a otro árbol, perdón, a otra gran sombra. ¿Comemos aquí?, pregunto, a lo cual responden que cada uno ha ido comiendo en cada parada. El miedo al calor hace que hayamos perdido la costumbre de acordar un sitio previamente para la parada oficial de avituallamiento.

Mis compañeros tienen la deferencia de esperar a que realice mi avituallamiento mientras un grupo se entretienen visualizando ciertos vídeos humorísticos en los móviles, digamos, no aptos para menores. Sí, efectivamente, La Bestia está entre ellos. Pero no lo digo yo, lo atestiguan las imágenes.

Doblamos por la carretera en busca del camino que nos llevará hasta el caserón junto a la cuesta del barro rojizo arcilloso invernal. Desde ahí con buen rodar hasta enlazar con el camino de La Cruces.
En este punto, la nueva incorporación a la Peña, Antonio “Cienfu”, y yo ya hablábamos de ir fundidos por la sequedad del camino y el calor. Tan sólo me hacía sacar fuerzas pensar en la fuente de la cruz que hay llegando a Don Benito por el camino de Las Cruces.

Cuando llegamos a la fuente le hacemos un ataque planificado, unos bebiendo, otros mojándose la cabeza, y alguno intentando superar el record mundial de alzamiento de chorro de agua.
Después del repostaje, sin pausa hacia Villanueva con la cabeza puesta en la cerveza de los campeones, esta vez en el Beni.

Allí relajados y ¡A LA SOMBRA! comprobamos los tonos de piel que hemos cogido a lo largo del camino. No gracias al Sol recibido, sino más bien de la cantidad de polvo adherido a nuestra piel.
En una conversación más profunda y filosófica repasamos los distintas sagas que tenemos entre nuestros socios: tenemos ‘guerreros de las estrellas’ (Huan Solo, R2D2, C3PO, Darth Biker); tenemos ‘indios’ (Siux, Comanches); tenemos ‘hombres de Dios’ (El Papa, Juan III, El Cardenal, El Costalero); los tenemos por doble (El Cántabro + El Repe (su hermano), Pacorretales + El Clon); personajes de TV (un Fraguel, Atreyu, Sr. de los Anillos, Daniel ‘El Travieso’, Manostijeras, Maikelnai)...

Si pedaleas todavía sólo/a o en pequeños grupos, uníros a nosotros, siempre hay un sitio para un ‘Chewbacca’, algún ‘Apache’, algún ‘Monaguillo’ o ‘Monje’, un ‘Terminator’, ‘Macguiver’, o cualquier otro. Por supuesto también para alguna ‘Pincesa Leia’, ‘Mary Poppins’ (la primera que salga volando), ‘Sara Croft’ (para la que…), ‘Xena’ la guerrera, etc. Pero sobre todo que sepas reirte de ti mismo/a (y con los demás, je, je...)

Pero recuerda, como según dicen en el caso de los libros, tú no eliges el apodo, el apodo te elige a TÍ. ¿Cuándo estaremos cumpliendo 100 años? Pues dentro de 97. Yo seguro que no.
Calurosos saludos.

Escrito por: Carlos (Induráin)