8 de mayo de 2013

Estamos trabajando en ello ...


Fecha: 28 de abril de 2013
Distancia: 68 kms.
Recorrido: X Ruta del SMD de Vva. de la Serena (Las 4 ermitas)
>GALERÍA DE FOTOS

Crónica
En cada ocasión que el Ayto. de Villanueva de la Serena organiza una ruta, los integrantes de la peña se plantean la idoneidad de asistir o no, pues precisamente el modo en que se organiza no acaba de “llenar el ojo” a los participantes. Caos en las inscripciones, mala señalización, avituallamiento rácano, excesivo precio de las inscripciones y un largo etcétera a mejorar. En esta ocasión algunas de estas cuestiones se han corregido, pero otras no. La colaboración de nuestra peña se ha ceñido al planteamiento del trazado, a la propuesta de las mejoras y al acompañamiento para marcar el recorrido, realizado por nuestro Papa, que en parte mejoró las condiciones del trayecto y luego, nuestra colaboración en el propio desarrollo de la ruta. O se lo toman de verdad en serio, en vez de rellenar el expediente, o en su defecto seguiremos cumpliendo nuestro calendario al margen de la ruta organizada por el SMD.


Fuimos unos pocos los que nos llegamos al punto de la quedada de todos los domingos, para luego ser más en el Pabellón Polideportivo donde comenzaba la prueba. Al final no sé cuántos seríamos, calculo que unos cincuenta-sesenta. Los organizadores desistieron de pasar lista ante el absentismo global, (cuestión a mejorar: control de firmas y entrega de dorsal y a ser posible, recuerdo del evento –que no sea un llaverito de la Virgen de Guadalupe-).

Arrancamos con un pelotón heterogéneo, lo cual prometía (entiendo que este tipo de rutas son para fomentar afición y no competición, pero irte de los 57 kms. a los 68 kms. no es lo lógico, error de cálculo), se ve que fue Bárcenas, que sabe mucho de números, quien les sopló el total.

Íbamos en busca de la primera ermita (Aurora de Villanueva de la Serena), a buen ritmo, las fuerzas están enteras y hay ganas de marcha, la dejamos a nuestra izquierda para buscar unos cuantos kms. por el canal del Zújar, donde la media estaba por encima de los 25 kms., lo que me hacía pensar en lo mal que lo pasaría más de uno al final, pues todo esto lo pagas de alguna forma. Al abandonar el canal, dejamos la segunda ermita (Santa María del Zújar de La Coronada), junto al citado río y emprendemos la cuesta que nos dirige hacia La Coronada. Aquí se ven las fuerzas de cada uno, pues el terreno te exige y estira al pelotón, donde cada uno hace el recorrido típico sereniano de toboganes, con pista ancha y buen firme. La ruta está bien señalizada, con esas flechas rosas fosforitas tan bonitas, se ve que hubo mucho cariño por parte del Papa y Fernando (SMD), en dibujarlas.



Al llegar a la laguna de La Coronada, hacemos un reagrupamiento para comer algo y ver cómo van las filas de biciclistas. Se decide que el avituallamiento general se haga en el pilón de los bautismos en Magacela, así que enfilamos el pueblo para arriba y las consabidas cuestas que te llevan al olivar, para buscar la empinada bajada hacia el puente de piedra sobre el arroyo del Molar. La bajada se hace despacito, en fila de a uno, ante la gran cantidad de bicicleteros y evitando los socavones y rodaduras de a metro que obligan a ser precavidos o a buscar alojamiento en el hospital correspondiente. Así como boyscouts, atravesamos muy disciplinadamente el puente de piedra, subirnos a la burra y vuelta a bajar para cruzar las vías del ferrocarril, entrando de tal manera en ese tramo tan entretenido en busca de Magacela, entre cercados de piedra. En este trecho, la arena hoy se encuentra compactada por las gotas nocturnas que habían caído, lo cual hace que el agarre de la rueda sea más consistente obligándote a tirar con más brío del manillar.

Pedaleo junto a unos compañeros que han venido de Malpartida de La Serena, un grupillo que se ha animado a juntarse y disfrutar del día de hoy. Llego, junto a Ismael de Los Perdíos, hasta el pilón, él había tenido un pinchazo un poco más atrás y yo había perdido aire en la rueda de atrás, cosa que soluciono al llegar a la parada y Amalio (Cruz del Río), me ofrece su óleo mágico para engrasar mi chirriante cadena. También de los crusaítos ha venido Loné, que en todo momento ha echado una mano en la organización. Los plátanos tienen buena pinta (del Spar), hay barritas energéticas, botellitas de agua, Acuarius, y bolsitas individuales con pasas y frutos secos: es el paraíso de los avituallamientosal menos en esto se ha mejorado-.

Aprovechamos el parón para arretratarnos todos, primero y el grupo treboliano después y posteriormente el pelotón de ovejas, que temerosas ante tanto maillot deslumbrante no querían seguir hacia delante. Por cierto, había en el pelotón unos cuantos del Borussia Dortmund, con ese amarillo chillón de las avispas. Hemos llegado a la tercera ermita (Los Remedios en Magacela), aunque sin acercarnos. Ahora nos dirigimos hacia La Antigua (cuarta ermita), subiendo la cuesta del olivar y de nuevo algún tobogán, atravesando la carretera de Quintana y reagrupamiento en el Puente de La Antigua.



Allí esperábamos a los últimos, cuando uno del Borussia, se pega un trompazo en pleno asfalto, al parecer el manillar se le dobló y la rueda hizo de zancadilla. ¿Pero si iba solo, cómo se la ha podido pegar?… y es que como ya dijimos: un hombre solo es capaz de hacer muchas cosas. El terreno nos obliga a algo más de esfuerzo y algunos ya las fuerzas le empiezan a mermar, hasta llegar al cruce de las minas del Lobo, donde unos pocos de los nuestros ya iban a tirar de nuevo hacia La Antigualógicamente a estas alturas sabíamos que los 57 kms. no iban a ser-.

El tramo que nos espera es el más técnico, con piedras en estado salvaje, socavones para enterrar búfalos y cuestas donde se unen las dos dificultades. Llegamos enteros al cruce de las Cagalutas o dicho en inglés, Crossing of the Dungs, que parece suena más poético para reagruparnos de nuevo. A estas alturas se entiende que eso de reagruparnos nos gusta y mucho. Bajamos por la autovía hacia el Puente de la Pared, alguno me encuentro que en las primeras cuestas las sube andando y por el camino hay un rosario de ciclistas, en algún momento me junto con alguno de los nuestros (C3PO, El Guareñés, Cálaman, El Desgastador,…), estamos diseminados como buenos tréboles.

De nuevo llegamos al reagrupamiento general de la cruz en La Haba. El aire nos venía dando de cara y eso minaba aún más las fuerzas. Ya no nos abandonará hasta el final. Hago los últimos kms. junto a Martillo Pilón, adelantando algunos biciclistas deseosos de llegar… los 57 se convierten en 68. Llegamos al pabellón y nos despedimos hasta otra.

Lo dicho, varias cosas a mejorar y seguro que si preguntamos sobre el asunto nos responderán a lo Aznar: “Estamos trabajando en ello…” Agur correliebres.

5 comentarios:

  1. Seguirán trabajando en ello....
    Muy "buena y avispada la crónica",

    ResponderEliminar
  2. Propongo poner un cartel conmemorativo en el Crossing of the Dungs, eres un cachondo Gurú. Después de lo "Simpatía por el débil" esto es insuperable. Que panzá de reir. Buena crónica torpedo.

    ResponderEliminar
  3. Y porque llamáis "pilón de los bautismos" a la fuente de magacela?

    ResponderEliminar
  4. Si eres de nueva incorporación a la Peña, ahora que empieza a hacer calorcito del bueno se descubrirá.

    ResponderEliminar
  5. estoy totalmente de acuerdo con la cronica, ya el año pasado (en la edición que asití) quedó mucho por desear y me sentí tan timado que este año no quise volver, soy de los que piensas que si hay que pedir un pago de inscripción se pide pero tiene que dar todo a cambio y no sacar provecho de ello, ya el año pasado con 10 euros uqe costó nos dieron un simple puf y un avituallamiento a base de frutas y alguna barrita y se produjeron perdidas de aprticpantes....así que mientras esto no cambie no volveré por allí, os animo a la peña trebol a que organicéis una vosotros, en la cual como se que lo haréis muy bien participaría con segurida...

    ResponderEliminar