Fecha: 25 de Marzo de 2012
Distancia: 62 kms.
Ruta: Sierra de La Lapa y Puerto de La Cabra
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Crónica
Por nuestro scalextric particular, es decir aquellas rutas que hacemos teniendo principio y final en Villanueva de la Serena, ésta es una de las que podemos calificar como dura. Dura por la distancia, por el terreno. Como cada vez que sale el nombre de la cabra, es un efecto llamada, pues hoy hemos tenido uno de esos días concurridos. Además tenemos en el calendario puesta esta salida a propósito, como preparación a la más grande de todas: el reto de Guadalupe. Así que hoy algunos tréboles me confesaron que se habían preparado exhaustivamente para afrontarla: anoche, con el cambio de hora se acostaron a una hora próxima a la hora de la salida. Si señó, así se prepara una ruta enorme.
La mañana con el cambio horario pintaba bien, aunque últimamente dilatamos el momento en el que suena el perrito-claxon-rosa y lo que son las nueve, pasan a ser las nueve y cuarto. La decisión de ir primero a Calabazonia estaba tomada, pues Micromachine nos esperaba allí, pero al retraso acumulado más un pinchazo del Gurú en las traseras del hospital contribuyen a retardarnos más. En esto estábamos, cuando vuelta al camino nos cruzamos con nuestros primos Los Kñas, quienes pasan saludando y de entre los cuales solo pude distinguir a Moraski, que cerraba pelotón. La cuestión es que en el sitio acordado en Don Benito, estaba completamente despoblado, ni un alma y en la rotonda de Las Cruces, menos. ¿Se nos quedó dormido Micromachine? ¿cambio de planes? Así que seguimos buscando la Lapa sin nuestro trébol calabazón.
En esto llegamos a la cuesta de los ocalitos, no sin antes haber subido una cuestecilla que no nos conducía a ningún lao. Otra vez patrás. Bajando la anterior cuesta, la del barro botijero, hoy secarral grandioso, el grupo se estira para que corriera el aire entre nosotros, que luego hay muchas suspicacias.
Los de alante bien para alante, los de atrás bien para atrás. ¿Dónde está el espíritu trébol? Me comentaba el Coronel, viendo como los primeros abrían distancia, pero tranquilo esperaban en una bifurcación del camino, para que no hiciéramos el burro. Antes de entrar en la carretera del Valle, vuelta a agruparse y allí salió el espíritu trébol en toda su esencia: ¡Coño, como que nos quedamos esperando hasta a un bicicletero que no era nuestro! La cosa es que le adoptamos y nos acompañaría hasta la caseta de La Cabra, era de Medellín, lo siento pero el nombre lo desconocía.
Traspasamos la cancela, lógicamente por los laterales, que no se diga que somos superhéroes, cuando disponemos subir las primeras cuestas. Ahí hubo más de uno que marcó el territorio como los leones, yo digo que somos como las excursiones del Imserso: o se come, o se mea en cada parada. El cambio de piñones, hace que me quede un poco rezagado, sin perder la estela de los que cierran grupo.
Coronada la subida, decidimos tirar bordeando toda la Sierra de La Lapa, sin subir al Helipuerto: creo que la opción de hoy es menos exigente, menos dura… pero son diez los kms. que hay desde la cancela hasta la caseta, que no es poco. Mis compañeros, en parada técnica, esperaban y yo continúo para no enfriarme, colocándome en cabeza y superado por algunos biciclistas que como digo nacieron en los ochenta como muy pronto. Al que le veo hecho un toro es al Pequeño Asaltamontes, un killer que está en plenas facultades. Gran parte de la subida la hice solo y tenía la sensación placentera de quemar kms. en plena naturaleza, a pesar de empeñarse algunos en ensuciar tan bellos parajes, una pena.
Cerca de la caseta, esperamos el reagrupamiento para enfilar la última de las subidas. Algunos decidirán culminarla con la subida al mirador del Arrazauces y no fueron pocos los que en su ímpetu escalador lo hicieron… y ¡sorpresa! Micromachine, bajaba entre ellos, se había cansao de esperar y decidió tirar palante por la sierra. Dos moteros bajaban a todo trapo hasta la caseta, parecían astronautas, con tanta protección –por otro lado necesaria-, porque una piña en estos parajes es del calibre 52.
Y como estábamos paraos esperando a los de las altas cumbres, pues volvimos a mear y a comer, aunque no recuerdo si por ese orden. Foto de rigor y descenso de la Cabra, pinchazo a la altura del alcornoque y vuelta a pinchar antes del Puente de La Pared. Tuvimos que esperar un ratino a tanto pinchón, que no palomo. De ahí a La Haba, el agua me la había bebido y tenía la boca más seca que la mojama, así que Huan Solo y yo paramos en un bar de La Haba para enjuagarnos el paladar y gaznate sobre el que habían anidao lagartijas, serpientes y matorrales sueltos deambulaban de un lao pal otro.
Ya nuestras consabidas cuestas de regreso de tantas y tantas rutas nos esperan en el tramo hacia Villanueva, con el pelotón partío en tres cachos, a saber: los de alante, los del medio y los de atrás. Y así nuestro Presi cursa invitación para el que tuviese a bien acompañarle a tomar unas gordas, declinando la misma, pues llego una hora tarde a casa, por el consabido cambio. Además el culo ya dolía y quería postrarse en el mullido sofá de casita.
En fin, ruta preparatoria para la II Clásica de Guadalupe, lo dicho idos preparando las posaderas que nos esperan noventa kilometrazos. Pero bueno, todo sea por celebrar el Día del Orgullo Trébol como se merece.
Lo dicho, haced las preparaciones como se merecen. Agur, correliebres.
Hola Trebolillos: Ya veo que ayer os preparásteis bien para la de Guadalupe. Ya os dije que nosotros, los Perrigalgos amalienses, la hicimos ayer, pero nos fuimos por la ruta de los pueblos de colonización y los pantanos de Sierra Brava, el Cubilar y Ruecas y nos salieron la friolera de 110 kilómetros del ala. Pero bueno, fue todo salió a pedir de boca. Ya le quedamos dicho a los frailes que la semana que viene les llega un nuevo "rebezo", en este caso de Trebolillos. Que se os de bien la ruta, compañeros.
ResponderEliminar110 kilómetros? Solo de pensarlo me duele el culo y algo más. Enhorabuena por el reto conseguido. Tantos kms. no haremos, pero igual la tenemos más épica si el Dios de la Lluvia nos acompaña. Lo digo en alto para ahuyentar el mal fario.
ResponderEliminarVenga, daos con vaselina, que lo vamos a necesitar.