11 de septiembre de 2011

Entre perros y piedras


Fecha: 11 de Septiembre de 2011
Distancia: 44 kms.
Ruta: La Haba-El Montecillo-Subida a la Peña del Águila-La Haba-Don Benito-Villanueva

Crónica de la ruta
Jornada atípica la de hoy. Falta de ritmo, falta de gente, falta de kms. Todo eran faltas y más faltas, rara-rara que decía el padre de Julio Iglesias, aunque si se analiza por el otro lado podríamos decir: muchos pinchazos, muchas piedras, mucha conversación...

Cada vez que uno se asoma al lugar de las quedadas dominicales (Paseo del Ferrocarril) tiene la sensación que va a coger el metro de Nueva York en hora punta, hoy no: un grupillo de 11 tréboles iniciábamos la andadura. Dos nuevos y ya van.. Chema y Antonio. Cuando rodábamos paseo abajo Carlosbiker con sus ruedas blancas se unía al grupo. Camino de La Haba, un habitual tramo que se ha repetido las últimas trescientas veintitrés salidas. Como el camino nos hace desviar hacia el cementerio, atravesamos La Haba, cosa que antes no hacíamos.

¿La abrimos o la saltamos?

Domingo por la mañana y gentes en la Iglesia, con algún que otro pendón colgado de las ventanas. Voces de señoras devotas salen desde el templo y atraviesan las calles próximas, mezclándose con el ruido de nuestros neumáticos. Somos como ya ha quedado claro en otras crónicas un país muy mariano. Mariano en este caso no es Haykesperarle.

Esperando para la salida

Camino de la finca El Montecillo, debemos bajar un poco el ritmo, pues si no no llega el pelotón compacto. La conversación, a falta de ritmo, es animada, parecemos mujeres en la carnicería, esperando que nos toque el número para despecharnos. Cómo es posible que un domingo por la mañana se tenga tanta cuerda. Los doce de hoy, creo que nos hemos librado de la fiebre de la feria de Don Benito y hemos salido como tréboles empecinados en seguir sumando kilómetros y eso que alguno salió anoche y se recogió a horas intempestivas. Entre la conversación salían los nombres de La Bestia, Paquete y Seronbiker que a estas horas estarían subiendo y bajando cuestas entre ciervos, jabalíes, cigüeñas negras, lagartos ocelados, zorros, nutrias, buitres negros y leonados,... buen lugar para poner apodos a los tréboles.

Emparejados por las calles

Llegados al Montecillo, nos recibe el perro guardían, pero nuestro curso sobre perros que hemos recibido esta semana lo hemos aplicado a la situación. Alguien vió un perro donde había un poney, y eso que éstos tienen fama de mala leche. A la altura de la carretera en obras que va hacia Quintana, volvemos a hacer una paradiña. Ya oteamos el objetivo de la Peña del Águila y tres perrazos ovejeros nos salen al paso, éstos si que marcan el territorio. Nos agrupamos en posición "tortuga" como lo hacían las legiones romanas y no sacamos ni el codo, no vaya a ser que alguno de estos peazos de perros tenga ganas de comer temprano.

Solos ante el peligro

Subimos a Magacela por los caminos que discurren a espaldas del castillo y llegamos al final del pueblo donde hay un parque para gente mayor y que le sirve al Sr. de los Anillos para probarlos, es como un niño. Decidimos comer allí y enfilar la subida a la Peña del Águila (pico de las antenas), la subida no es muy larga, pero tiene un par de tramos empinados. A partir de aqui veredas y caminos más para los senderistas, que provocan más de un pie a tierra.

La segunda juventud

Nuestro guía, führer, el faro, gps, luz que alumbra, no llega pues se ha detenido a esperar y es el único que sabe el camino, lo hizo en otra ocasión junto a Lobosolitario. Una vez reagrupado el Presi nos dice que ojo con la bajada que hay mucha piedra. Mucha piedra, que va, está toda la piedra del mundo en ese camino, el suelo no se ve y las dimensiones de las piedras son de un peso de 3 a 4 kilos. Ya me gustaría ver a más de un aizkolari levantando piedras aqui. El Gallego disfruta como un chaval, le encanta, si fuera por él, lo mismo se habría revolcado entre ellas. Una vez hecho el descenso cogemos el ancho camino que va hacia La Haba.

Reponiendo fuerzas

Todo esta parte es un pinchazo tras otro y gracias que ya llevamos cámaras con gel, pero en algún caso eso no basta, así que Juan Imedio la tiene que quitar, se la pone en bandolera e Induráin recuerda tiempos míticos de Bahamontes. El Gallego tira para Villanueva donde su mujer ciclista ya le espera en la terracita del Beni. Los fichajes de hoy también han tenido bastante y deciden tirar pa la urbe. En el cuentakilómetros se marcan 30 kms., un paseo, así que como no queremos llegar a casa con el cubo de la fregona en medio del pasillo, pues tiramos para Don Benito, y aqui si que ponemos la directa. Imedio, mientras tanto va haciendo globoflexia con la cámara, ahora va en el manillar y parece un perrito, según el Sr. de los Anillos, que ya en Don Benito también pincha y la infla con el prodigio tecnológico alemán: una bomba de pie tamaño chiuaua, que entra en la mochila.

¡Mamá mira! Con una mano...

Dirección Villanueva por el camino de siempre y que últimamente repetimos, por las traseras del Hospital. Esa cuesta final es un coñazo, te coge flojo y parece que no se acaba, es la cuesta del puyazo que nos remata. 15 kms. más para acabarla en 44 kms. totales.

Toquemos madera

Próxima ruta La Serena por La Mata. Esperamos que se nos unan nuestros primos los Kañas y los Cruzaítos y así volvemos a conformar un grupillo aparente.

Mi nueva amiga

Como Gary Cooper


Track de la ruta aquí

Agur correliebres hasta la próxima. Me voy a quitar el pedruscón que se me metió en la zapatilla.

2 comentarios:

  1. ¡Mucha piedra, mucha piedra,...! ¡Dios mío! Me voy a soñar con ella el resto de mi vída.

    Ahora, hay que reconocer que la ruta ha sido bastante entretenida gracias a los distintos tipos de caminos, que la han hecho nada monótona.

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  2. Las cámaras de gel antipinchazos,en esta ruta de piedras, han pasado el test de pruebas. Tras haberla metido presión en dos ocasiones, hoy lunes esperaba encontrarla desinflada, pero no, no había perdido nada de presión.
    Sr. de los anillos.

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