15 de noviembre de 2009

V Ruta en bicicleta. Subida al Monte Arrazauces.

Foto de familia.
Fecha: 15/Noviembre/2.009
Distancia: 58 Kms.
Crónica de la V Ruta.

Esperábamos con cierta espectación esta ruta organizada por el Ayto. de Villanueva de la Serena. Sin duda, la más ambiciosa de las hasta entonces celebradas. En líneas generales, no defraudó, al menos el recorrido, muy exigente y de dificultad media-alta. En cuanto a la organización la podemos calificar como buena, eso sí, cada vez que vamos nos someten a una estricta dieta de naranjas y bebidas isotónicas, totalmente insuficiente para un aficionado que se va a meter casi 60 kms. y de por medio el Puerto La Cabra y el Mirador del Monte Arrazauces. ¡Casi ná!
Comenzó la mañana pendiente de la lluvia del día anterior, lo cual hizo que la organización modificara el itinerario previsto (mirar descripción de la ruta más abajo), ya que cogimos la carretera en dirección a La Haba.
Una vez allí buscamos el camino en dirección al Puente de La Pared, donde se tenía previsto el primer reagrupamiento. En este tramo la velocidad de los participantes comenzó a subir (hay que decir que había un nivel alto en los participantes, venidos algunos de fuera de Villanueva).
A partir de aquí, busqué una posición de privilegio (cola de pelotón), que me permitiera tener una buena panorámica de la marcha, forzado por mi pierna derecha y obligado por el desarrollo de la carrera.
Desde aquí se arrancó para ir tomando cuerpo con los caminos empinados del Puerto de La Cabra, primero y del Mirador del Monte Arrazauces, después. El grupo ya se había roto en función de las fuerzas. La subida, exigente, dejó algún que otro cadáver que tuvo que subir al furgón de Pavo; además de mezclarnos con un grupo numeroso de cicloturistas, no sé si de Don Benito, que iban fuera de carrera que subían y bajaban por el camino.
Alcanzado el Puerto La Cabra, quedaba lo más duro, la subida al Monte Arrazauces, que se hizo aún más duro para aquellos que no lo conocían y que me preguntaban frecuentemente ¿queda mucho? Yo, la verdad no estaba pa muchas explicaciones.
Al final coroné el alto, donde estaba prácticamente todo el grupo, junto a mis tres compañeros, que disfrutaban de un plácido descanso desde hacía un buen rato.
No me había hecho nada más que tomar una lata y hacernos unas fotos, cuando nos dijeron que pa bajo. Así que de nuevo encima de la bici para enfilar la bajada, con la buena suerte que tiramos hacia la derecha en vez de hacia la izquierda como se indicaba, bajando hasta la Caseta del Puerto La Cabra, lo cual nos hizo repetir la subida -al menos en parte-, la verdad era que teníamos ganas de machacarnos gratuitamente (excursión opcional del paquete).
Por fin, volvimos a coger el camino indicado y bajamos por un tramo en malas condiciones, donde pincharon varios participantes, lo cual nos vino bien para coger al grupo que esperaba en un punto no indicado para el reagrupamiento. Otra vez al pedal, y Jose (fotógrafo oficial de la carrera), detrás de un matorral me esperaba para tomar una visión perfecta del guarrazo que me pegué, cayendo a los piés del compañero. Los que me alzaban se contenían la risa, y yo espanzurrado por el suelo, con la pierna derecha tiesa como un garrote. Subí de nuevo a la bici e hice, ahora con más precaución, el tramo hasta el Puente del Ortiga.
Nuevo reagrupamiento, por una finca con un perfecto estado del camino, hasta La Haba. Otra parada, y ya hasta Villanueva.En definitiva, un buen día para los aficionados a la bici.
Sorteo de regalos -escasos- y camisetas -esta vez sí hicieron algo decente-. Y hasta otra.
Crónica del Trébol, a la espera de las impresiones de mis compañeros.

1 comentario:

  1. Disfrutamos de un buen día de bicicleta. Una temperatura extraordinaria, una ruta muy exigente( y sino que se lo digan al administrador de este foro, Antonio, que yo creía que iba a ser pasto de los buitres )pero una vez más personalmente considero que el Ayuntamiento no estuvo a la altura de las circunstancias, por lo menos con respecto al tema del avituallamiento. Una naranja ''peorra'', perdón por la expresión, no es comida suficiente para un ciclista. ¿Qué menos que una barrita energética? Esas nos la llevamos de casa, ¿verdad señores del Ayuntamiento? Bueno, pues hasta la próxima ruta y esperemos que subsanen esos errores.

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