11 de marzo de 2020

El muelle flojo (Hongo versus tubérculo)


¿Qué es la resaca? Está claro, es el movimiento de las olas del mar al retirarse de la orilla, en especial cuando tiene fuerza. También es el estado en el que algunos tréboles tenían después de la entrega de los premios trebolianos de cada año: especial mención al campeón del año 2019, nuestro inefable Pacorretales, extraordinario organizador de eventos, campeón de día y de noche y dispuesto a destrozar cualquier techo que cualquier otro trébol anterior haya batido. En segundo lugar, Martillo Pilón, subcampeón que tuvo que ampliar su casa para albergar tantos premios trebolianos conseguidos ya. Y en tercer lugar, Pocachicha, encaramado en el pódium y con ganas de desbancar en el esfuerzo a cualquier pacorretales o martillospilones que se le crucen.



La ruta de hoy está pensada para sobrellevar el esfuerzo de empinamiento de codo del día anterior. Además se hace necesario visitar a la peña de la mujer del pollo, en agradecimiento a las rutas de todo el año pasado. La ofrenda consiste en la elección arbitraria de cualquier miembro treboliano y proceder a su castración. A continuación se le arroja el miembro viril y allí comienza a formar parte de la madre natura. Es un ritual que se hace cada año, somos diez ya los tréboles carentes del más preciado juguete erótico del que posee nuestro cuerpo. Los efectos secundarios son fácilmente comprobables: voz atiplada y tendencia al engorde como un pollo capón de Villalba. Este rito le ha llevado a algún que otro trébol a debutar en el Liceo y otros a ser plato principal en las navidades. En fin.

Todos nos quedamos mirando el culo del Señor de los Anillos y la Peña de la mujer del Pollo y como ustedes comprenderán inmediatamente tuvimos una asociación de ideas. Yo ahí lo dejo. ¿Qué estaba mirando en el suelo? Le asaltamos para que nos explicara: - Estoy buscando criadillas. Volvió a salirle la Greta Thunberg que lleva dentro, no lo puede evitar. Pero… esto originó la discusión del día: ¿son las criadillas hongos o tubérculos? Pa qué queremos más. En encarnizada lucha dialéctica se enzarzaron el Señor de los Anillos y Tricolor: nuestra más alta jerarquía se peleaba por clasificar tan buscado producto. Consultado a un cochino experto en el asunto, creo que el Señor de los Anillos tenía razón. En la foto que ilustra la crónica se pueden ver a ambos extenuados por tan desgastante discusión.
Después de un frugal aperitivo, partimos hacia el puente de la Pared, viéndonos sorprendidos por algún que otro motocrosista que de forma impetuosa y poco educada nos fue sobrepasando. Qué tío de la vara les hace falta a algunos. Pero lo que más me llamaba la atención es el muelle flojo de algunos miembros. Nunca las trialeras han visto tanto rabo sobresaliendo de un culotte. ¡Madre mía! Cuantos litros y litros de agüita amarilla han sido vertidos en este paisaje estupendo. Es el virus Amstel que tiene estos efectos. Los leones del Serengeti no se paran tanto como estos cachorrillos del trébol.
Una vez marcado y remarcado el territorio, emprendimos el camino hacia La Haba, llegando hasta la cruz que marca la entrada al pueblo. Allí me despido de mis compañeros que van en busca de Los Vergeles (que por cierto, no sé cuántos son) y de ahí no puedo contracronear nada. Yo emprendí el camino donde vi a Daniel El Travieso, que pronto se sumará a nuestra jesuítica labor de marcar y remarcar el territorio, inundando con nuestras micciones amstelianas tan idílico paisaje que tenemos el placer de surcar cada domingo.
En resumen: tres son las cuestiones más importantes de hoy. La primera, la constatación que las criadillas de tierra son hongos, la segunda, que la capacidad de ingesta de un trébol no se puede envasar en pequeñas porciones de 33 cl. Y tercero, que la vejiga es como un acordeón que contribuye a la irrigación y palía los periodos de sequía que padece el campo extremeño.

El Gurú
(El contracronista suplente)

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