Bueno ya estamos aquí otro año, fecha marcada en el
calendario debido a que las Villuercas tienen un encanto especial y que este
año es prueba puntuable al Open de España de Maratón, con lo cual viene gente
famosa (además de los tréboles) y hay un gran ambiente.
Pues vamos al lio. Llegamos todos los tréboles juntos a
Logrosán, preparamos nuestros fieles corceles con su dorsal y nos dirigimos a
la línea de salida.
Aquí yo me lío, no sé dónde ponerme, y por lo que veía le
pasaba a mucha gente. Decido ponerme al final y conversar con el resto de
tréboles. Suena la traca de salida y esto ya no se para, empezamos por las
calles de Logrosán, Edward y yo vamos juntos los primeros kilómetros llanos, lo
único que resaltar es que nos “jartamos” de polvo, aquí yo pongo mi ritmo
conservador solo pensando en 120 kms que me quedan. Nos coge el grupo trébol
que hará la ruta corta y justo empieza
el primer puerto, unos 8 kms de subida bastante dura, aquí cada uno pone su
ritmo, Edward va más rápido y se me va de la vista, a destacar que a mitad de
puerto me encuentro a Julio que a partido la cadena y yo con toda mi amabilidad
le digo que no me pienso parar que detrás mía vienen tréboles que hacen la
corta y que le ayuden ellos, me daba palo pero es que me quedaban muchas horas
sobre la bici y no quería perder tiempo tan pronto.
En la cima del puerto me engancho a Mariano y hacemos la
bajada a Berzocana juntos, ya en Berzocana avituallamiento rápido y a seguir,
mi ritmo es algo más rápido que el de Mariano y decido seguir sólo hacia la
siguiente población de Solana, un continuo sube y baja que te va limando las
fuerzas. Llego a Solana, kilómetro 36, y aquí paro a comer más tranquilo porque
se que tocan bastantes subidas ahora.
Desde Solana a Navezuelas son subidas largas y bastantes
duras, pero también bajadas largas y cómodas donde descansar y reponerse algo,
lo malo es que ya el calor es asfixiante y va a ir a peor. Ya en Navezuelas
paro en el avituallamiento y me encuentro con Sergio y Edward, dicen que me
esperan, pero les digo que sigan que ya los cogeré, descanso y me pongo a la
sombra que el sol nos está machacando, me hubiese quedado allí, pero nuestra
locura no tiene límites y me subo a la bici y a seguir sabiendo que viene la
peor subida. Esta subida se encuentra en el valle de las viejas y sube hasta la
poza de las nieves en el pico de las villuercas, subida que empieza siendo
tendida y con buen terreno pero pronto cambia a altas pendientes y pasando por
un pedregal.
Llegada a la poza de las nieves, penando pero bastante
entero, y la consolación es que viene una bajada larguísima, ya antes de llegar
a Guadalupe, avituallamiento donde me encuentro otra vez con Sergio y Edward.
Reponemos y salimos juntos, la bajada a Guadalupe es algo más técnica y bajo más
rápido mis compañeros y me quedo sólo otra vez, pero por poco tiempo ya que en
el primer repecho que viene después de la larga bajada, noto un aviso en mis
piernas de calambre, por lo que decido parar antes de que me dé y me vuelven a
coger mis compañeros.
Seguimos juntos hasta puerto llano por un terreno sin mucho
desnivel pero con repechos fuertes y con terreno muy suelto que te impide
pedalear a gusto. Ya vamos en modo “acabar la carrera sin hacer tonterías”. Bajamos
puerto llano y aquí se nos descuelga Edward. Sergio y yo seguimos hasta el
desfiladero del ruecas, lo subimos un cacho montados, otro andando y el resto
arrastrándonos, que ya no hay fuerzas y hace 40 grados.
Ya en Cañamero paramos y
bebemos un poco que hay ganas de llegar, le digo a Sergio que lo malo ha
pasado, ya que lo que nos queda es dos repechos fuertes y después terreno
totalmente favorable. Lo hacemos a un ritmo bastante rápido que ya nos queda
poco, vemos Logrosán y tomamos la vía verde. Menos de un kilómetro para acabar,
nos ponemos guapos para la llegada, pero como no entramos en el pueblo por una
subida.
La entrada a meta es lo que te da el subidón, están
animándonos nuestras mujeres y algunos tréboles que se han quedado para ver
llegar al resto de la peña, que subidón, se te olvida el cansancio que llevas y
el calor que nos ha machacado.
Nos cuelgan nuestra medallita, el tiempo que tardé en
hacerla, pues no me paré ni a mirarlo, eso para los que compitan, yo me
conformo con seguir terminándolas. Ahora a pensar en la siguiente y que los
tréboles sigamos realizándolas.
CRONISTA: Samuel
Buena crónica y muy bien por esos tréboles, grandes todos.
ResponderEliminarComanche