6 de marzo de 2013

Más despistao que Adán en el día de la madre




Fecha: 03 de marzo de 2013
Distancia: 46 kms.
Ruta: Peña del Águila

Crónica
O cómo perderse sin proponérselo. La ruta de hoy ha sido de esas que nos salen de vez en cuando, rara y jugando al despiste. La congregación de tréboles ya es habitual y el número ha quedado establecido como un pelotón heterogéneo dispuesto a levantar puentes donde haga falta, por ejemplo en el río Kwai silbando una melodía pegadiza.




Algunos habían borrado de su memoria RAM el recorrido de esta ruta, así que hizo falta en más de una ocasión rectificar sobre nuestros pasos. En las últimas treinta y dos salidas siempre aparece alguna cara nueva y hoy no iba a ser menos, así que para Induráin que es el que lleva el tema clasificatorio, se ha convertido en el laberinto del fauno, más despistao que Adán. Los intrépidos tréboles nos dirigimos hacia Calabazonia, pero el arroyo del Campo hoy baja con brío y no queremos mojarnos los pies tan temprano, así que decidimos esquivar olivos durante un rato hasta salir a la V Avenida que discurre tras la antigua harinera.



Llegados a Don Benito nos mira la gente con extrañeza y no es porque seamos de Villanueva, pues tenemos varios dombenitenses en nuestras filas, después de aquel programa al que nos acogimos: “Adopta un calabazón” y nosotros después de aquello pues tenemos cinco o seis, sino porque son las nueve y media y vamos un montón de piraos subidos en dos ruedas. Y digo yo: ¿y qué coño hace esta gente levantá a estas horas y andando por la calle? ¿a por churros? El caso es que no me llega el olorcillo del aceite y esa masa mañanera flotando y tomando ese colorcillo y ese aspecto crujiente que… ¡el churro, qué gran invento! Bueno, bueno centrémonos que me voy por otro lado y eso es precisamente lo que nos pasó, que nos pasamos. Hicimos la rotonda de Las Cruces cuando teníamos que habernos desviado por un camino anterior, así que en raudo acelerón, le pedí al Presi que desviásemos nuestras ruedas en pro del camino obviado. Vale, vale, la charleta nos emociona tanto que desviamos nuestras trayectorias y somos capaces de llegar a Alicante… por lo menos.





Así que de nuevo en el camino correcto, me suena el móvil… “Y si te vuelvo a ver pintar un corazón de tiza en la pared…”, era nuestro Carlitosbiker, que se le habían pegado las sábanas y había hecho el atrochamiento kilométrico y se encontraba en La Haba. Rezagados pocos kms., más allá, reagrupamiento hasta encontrarnos a nuestro compañero retozón y cómo le echaba de menos su amigo Carlos, hasta preocupación le vi en sus palabras sobre la notable ausencia de su compinche y es que no veas como une el trébol. Más tranquilo Carlos, seguimos en busca del Montecillo: abrimos cancela y el Papa saluda al pony que tan tranquilo pasa esos ratillos mañaneros. Buscamos ahora la carretera hacia Quintana para cruzarla, hoy ya abierta al tráfico después de treinta y nueve años de obras. Seguimos hacia Magacela en busca de la subida por esta cara. El grupo se va estirando como un chicle bubbaloo, de esos que no haces más que dar vueltas en la boca, peazo chicle aquel. Entre esos chicles y los caramelos de la Virgen del Pilar de Zaragoza te podían durar un güevo. Eran golosinas de entretiempo, pues duraban dos estaciones: primavera-verano u otoño-invierno, con eso ya estabas apañao pa unos meses…





Subida progresiva hasta llegar al lugar de avituallamiento: el parquecillo. Desde allí hubo un despiste y yo no sé por dónde tiraron unos y otros, los más. Al parecer Penultimate se fue con Ángel por la carretera hacia Villanueva y Eldeltornillo, La Bestia, , El Papa, Amalio, que se nos había unido en el alto, el Cántabro y Gusiluz, no sé si me olvido de alguien más, habían tirado por otra bajada. Por cierto, la bajada de las piedras hoy estaba mejor que nunca, imagino que debido al terreno que había “chupado” algo del pedregal.



En la cuesta de Amalio bajamos para no tener que putear al personal y hacerlos subir, cambiando una vez más el trayecto de la ruta –y ya van cinco o seis cambios a estas alturas-. De ahí hasta Villanueva y parada técnica en el bar de la esquina donde en nuestra terapia de grupo compartidos tubos de cerveza y chistes de lo más variopinto.



Antes de retirarme un par de anuncios publicitarios:
1.- La reserva de los polos hasta el próximo miércoles 6 de marzo. Improrrogable.
2.- Para la ruta del domingo. Varias posibilidades, pero a destacar dos:
8:20: Para los tréboles que vayan a Valdivia en bici.
8:45: Para los tréboles que quieran subir la bici en el furgón de Gerardo e ir en coche particular.



Idos decidiendo.
Agur correliebrecillas de las estepas serenianas.











1 comentario:

  1. ASOCIACION ADOPTA UN CALABAZON6 de marzo de 2013, 21:34

    Los individuos resultantes de este experimento; fueron vacunados, entrenados y formados en todo tipo de riesgos implícitos en la misión "Tormenta de la Villa". Estamos orgullosos de ellos.

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