6 de febrero de 2012

Animales y plantas

Ruta: Arroyo Aljucén Distancia: 54 kms.
Fecha: 5 de Febrero de 2012

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Crónica de la ruta
Que no, hombre que no, no voy a hacer una crónica sobre animales (perrigalgos) y plantas (tréboles), tampoco es un tema de "Saber y ganar" ni de "El Tiempo es oro", ésta es una crónica sobre un día jodidamente perruno -hacía un frío y aire del carallo-, tornado en una jornada espléndida de buen rollo entre aficionados a este noble arte del pedaleo.
Madrugón del copón, tratándose como se trataba de un domingo. A la hora acordada, 8:15 ya nos encontrábamas unos cuantos tréboles dispuestos a la salida foránea. Como en Cogolludo, La Bestia, se retrasa y con ella, ese imponente carrito portabicicletas. El retraso se va acumulando, pues hay que subir unas cuantas bicicletas con su correspondiente desmontaje.

El "Trebolmóvil" en acción
Al final, apareció... pero como estaba empeñado en que llegáramos tarde y encabezando la nutrida expedición trebolera (catorce por no sé cuántos coches), nos dió un paseo por la Ctra. de Circunvalación, cual Caravana del Orgullo Trébol, aunque en las aceras no había ni un alma. ¡Hacía un frío, como para paseítos a esas horas! El ritmo de la caravana era de aproximadamente 50-60 kms. por autovía, lo que nos lleva a encabezar la comitiva para llegar antes de comer y no mosquear a nuestros anfitriones.

Llegamos por fin a la Plaza de España de Santa Amalia donde se arremolinaban veinticuatro perrigalgos, muy juntitos todos ellos para no sufrir los rigores de las bajas temperaturas, creo que se abrazaban entre ellos para no perder temperatura corporal. Con el mosqueo consiguiente por nuestra tardanza, nos reciben bien, no con nuestros nombres sino con nuestros apodos, algo que sigue vigente en algunos pueblos pequeños de nuestra geografía. Ah, tú eres el Gurú, y éste el Sr. de los Anillos, Lobosolitario, Huan Solo... parecemos irreales, escapados de un cómic. Todo esto me parece una coña que no deja de tener su gracia. Alguien llama nuestra atención para que nos hagamos una foto de cuarenta bicicleteros unidos, la proporción 26:14, ¡peazo de grupo!

Venga vamos en busca de caminos. Tan tranquilo iba que de nuevo echo en falta algo: la mochila, me la he quedao en el coche del Presi, de vuelta patrás me acompaña éste y Diego Parejo, el perrigalgo promotor de esta Entente Cordiale o Dúplice Alianza, es nuestro embajador trébol en tierras amalienses. Mi amistad viene de haber coincidido ya en varias ocasiones, las cuales no hemos rehuido ni por su parte ni por la mía y al cual hay que agradecer el paso para que nos juntáramos hoy tantos beteteros.

De nuevo en busca del pelotón, los tréboles solidarios nos esperan parados a que les alcancemos y el resto del grupo, los perrigalgos han bajado el ritmo para que le demos alcance. Unos cinco kms. de asfalto por la Ctra. de Cáceres hasta alcanzar caminos polvorientos.

Nos adentramos en plena naturaleza y no nos mezclamos mucho, es la poca confianza que de momento mantenemos unos y otros, normal. Diego, me va aleccionando sobre el terreno, comentando lo que nos vamos a encontrar. Nos espera la subida al Cuadradillo, una subida de mil metros, que se convierte en un repechón para calentar ánimos. Arriba se espera (y aquí hago inciso).

Chapeau, para la organización. En todo momento estuvieron pendientes de nosotros para que nadie se perdiera o quedara descolgado, hubo muchos momentos en que se reagrupó el grueso del pelotón para evitar grandes diferencias entre el primero y el último. Sí señor, sois unos anfitriones de diez y eso tiene que ver mucho con lo heterogéneo de su peña donde hay desde niños-adolescentes hasta mayores talluditos, niveles de todo tipo, pero en plan sano y solidario. Lo dicho, habéis demostrado vuestra afición a este deporte, sin olvidar que somos aficionados dispuestos a disfrutar de la ruta y el paisaje. Lo dejo, por el momento, para que no nos suba los niveles de azúcares.

Bajada hacia el Entalle, dejando a un lado La cuesta de la novia, nombre curioso, que cambiaría por lo que cuesta la novia, lo cierto es que a la novia ni la tocamos, bueno sí, un atrevido, cuñado de no sé quien, que tenía no sé qué y esperaba estar en casa antes de tiempo. Dirección a Castillejos Reunidos (que no son de Geyper), me imagino que sería nombre de finca. Aparte de los evocadores nombres que atravesamos y que no recuerdo, pero que los pongo aquí porque Javi Parejo, hermano de Diego, me los ha facilitado, el paisaje es variado y espectacular al igual que el terreno. Tan sólo un pero, y es que está seco, una pena pues lleva sin llover desde comienzos de la centuria.

Llegamos de tal forma al Camino de los Eucaliptos, con subida sostenida y bajada un poco complicá, los más audaces se tiran en plancha y los menos, cubrimos los caminos pedregosos sobre nuestras burras, que ya es bastante. Después de atravesar unas porquerizas donde los gorrinos estaban fuera de su redil, todo rodeado de alcornocales idílicos, llegamos al arroyo que da nombre a la ruta, el Aljucén.

Aprovechamos el descanso para afianzar nuestra complicidad, comer beber, admirar el paisaje y cada uno a su conversación. De nuevo foto de grupo y advertencia que con la barriga llena nos espera subidita, corta pero subidita. Plato chico, dicen los más veteranos.

De nuevo como Don Quijote en busca de desfacer entuertos, recorrer caminos y socorrer alguna dama. De las tres cosas, tan solo pudimos hacer la de enmedio. Parada ante una charca-abrevadero y nuevo reagrupamiento. A partir de aquí el grupo se estira entre las dehesas, que lucen espléndidas, estamos por Valdelasyeguas, no muy lejos de Cornalvo, pues he visto un cartel de dirección Mérida.

Cada uno a ritmo, idistanciados pero sin perdernos de vista en el horizonte. En las paradas, siempre hay alguno que saca su instrumental y sortando las pieles de cebolla que nos envuelven, vacía su vejiga en plena naturaleza y otros ofrecen al aire puro un oh! de satisfacción, perdón de alivio, no vaya a ser que sea malinterpretada la cuestión.

De nuevo pasamos por el Entalle y comenzamos a deshacer el camino, subida por la cara amable del Cuadradillo, donde ya suenan los paisajes, antes desconocidos. Bajada del Cuadradillo, que me parece más largo que a la ida y se coge ritmo bastante bueno, cercano a los treinta kms/hora.

De nuevo, alcornocales, pista ancha hasta llegada al Canal. Estamos próximos al final, y comentamos con alegría que no hemos tenido percance alguno a pesar del ingente grupo bicicletero. Otra vez la Carretera de Cáceres en sentido inverso, asfalto donde se aprieta el ritmo. Nos juntamos de nuevo y así hacemos entrada triunfal en Santa Amalia, hasta llegar al punto de partida en la Plaza de España.

Allí nos espera un detallazo por parte de los perrigalgos: cerveza fresquita y bocata de todo tipo, nos sentimos agasajados y agradecidos. Allí ponemos el punto y seguido, haciéndoles ver la deuda contraída con nosotros y emplazándoles a una nueva ruta, pero ahora en Villanueva.

De nuevo GRACIAS por vuestra hospitalidad, por las atenciones recibidas y por todo el día que nos ofrecísteis. La ruta, estupenda, dura en algún tramo, entretenida en todo el recorrido y agradable por la compañía.

Que la fuerza os acompañe y no os paséis al lado oscuro.
¡Saludos a los perrigalgos y hasta la próxima, correliebres!

2 comentarios:

  1. Pedazo de crónica Gurú, me alegro mucho que os gustara la ruta y ya sabéis que teneis una peña amiga para los restos, la alianza trebol-perrigalga ha quedado sellada para siempre, estamos en contacto para devolveros la visita, ha sido un placer pedalear con vosotros, un saludo.

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  2. Saludos, Diego. Esperamos compartir más momentos y kilómetros como los del domingo.
    El Gurú

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