18 de diciembre de 2011

Ruta de las 3 cuestas (pasadas por agua)

Recorrido: Villanueva-Don Benito-Camino de las Cruces-Alto de los Eucaliptos-Bajada por la arcilla-Carretera del Valle- Giro a derecha camino de las Tres Cuestas- Cruce de Cabezarredonda- Bajada hacia el empedrao (foto)-Caminos hacia el Ortigas-Camino hacia la Serrezuela- Camino de las Cruces-Don Benito-Villanueva.
Distancia: 50 kms.
Consejo: Si llueve o ha llovido hace poco, no recorrerla que te da la risa.

Foto de familia en un "pasaje natural" que nos encontramos
Crónica
Amanece un día un tanto "rarete", diría yo. La mayoría de tréboles llevamos mirando las previsiones del tiempo y haciendo nuestras apuestas toda la semana. Finalmente parecía que Maldonado nos va a dar tregua ese día, pero… nada de eso, lo que iba a acontecer sería una de las rutas más "warras" del año.


En el lugar de encuentro 10 tréboles sonrientes por que la mañana parecía estar despejada. Saludos, risas, más cachondeos y… ¡en marcha! al oírse "el toque" de perrito rosa. Nos dirigimos en manada hacia Don Benito por detrás el hospital hasta llegar a la Avenida de Córdoba, rodeamos (TODOS MENOS UNO: no diremos nombre, pero sí que es Guardia Civil), la rotonda de la "corrida en la piedra" (mu bonita y de muy buen gusto. Luego dicen de "la del coño"que había antiguamente en el centro de Villanueva, ja,ja!)












Enfilamos hacia la carretera de Las Cruces cruzando la ciudad y una vez allí camino paralelo a la carretera. Pasamos el puente y tras este empieza una fina lluvia de las que mojan poco a poco pero… que al final te dejan empapado. empiezan las disputas: que si… -¡vamonos!… ¿y si la hacemos más corta?… ¡no me he traído el impermeable!… ¡mierda tengo la colada tendida!… ¡soy un Gremling y si me mojo me reproduzco!… DE TODO. Pero como tenemos un convincente Presidente que además "es más guarro que un cochino" (como el mismo se describe), nos convence a todos y seguimos adelante.




"Bailamos bajo la lluvia" un Scalextric de varios kilómetros hasta el alto de los Eucaliptos. En este tramo con lo que llovía, y el barro que salpicaba era imposible ver nada con gafas. Están totalmente empañadas y de ello me percato al pasarme recto en un cruce con el amigo Telesforo y acabar perdidos en un olivar. Corregimos gracias al Gurú y llegamos al alto de los Eucaliptos, desde donde divisamos a la derecha Mengabril (desde donde nos envían saludos para David Caballito!!! su hijo pródigo) y más allá Medellín con su Teatro Romano de Mérida.



Aquí es donde comienza el lado oscuro del día. El Presidente debate desde hace rato con el resto de miembros cuando llegamos y nos acercamos a ver que sucede. La lluvia a cesado (¡sería una tormenta de verano!), pero… el suelo está muy mojado y a lo lejos (en plena bajada) el terreno tiene un ligero tono rojizo ¡COMO EL CAÑON DEL COLORADO! Aparece la frase del día: -¡No seáis mari…! y con ella… la estupidez.





Nos lanzamos como balas por la rampa dejando distancia. Me hace mucha gracia recordar una frase que escuche al arrancar: -¡Cuidado que la pista esta un poco resbaladiza!… ¿R E S B A L A D I Z A ?… ¡pero si era una puñetera pista de patinaje!



Arcilla por todos lados donde pisabas, se iba acumulando en los neumáticos. Los más espabilados rápidamente se subieron a la cuneta, donde las plantas te limpiaban "el chapapote", pero por poco tiempo. Cuando esta se extinguió por culpa de los "barbechos al límite de la ley" (dentro de poco se meten en el camino con los tractores), la alta velocidad sumada a la gran cantidad de arcilla existente creó en cuestión de segundos PELOTAZAS del tamaño de una cabeza en ambas ruedas. El peso de la bici iba subiendo exponencialmente a cada pedalada… 10, 12, 15, 21 kgs… -¡QUE LE DEN YA LECHE! Me bajo y a pata.









Pero… lo más gracioso es que andando no podías con la bici por el gran peso a transportar y las ruedas bloqueadas. Parecíamos niñas tirando de una vaca tonta que no quiere andar. A mi lado El Gallego blasfemando sin parar se echaba la bici al hombro con barro y todo (vaya toro).



Parada obligada para limpieza de la "Señorita Pepis" y de paso comida y fotos. Anotar que el Señor de Los Anillos (guía del día) tiene que ir a revisarse la vista cansada. ¡no tuvo huevos a ver el barrizal arcilloso que se nos venía encima pero… ¡ESO SI!, en medio de la charla vio un puto "bicho palo" enano camuflado entre la maleza a 3 metros de él (es para matarle ¿o no?)



Retomamos la marcha y nos incorporamos a la carretera del Valle de la Serena. Nuestro amigo El Gallego al parecer tiene más coeficiente intelectual que la media del grupo y decide regresar por carretera a Don Benito. ¡De menuda te libraste amigo!



Barro y más barro. tanto que finalmente acabamos "arando" por medio de campos de siembra. Cada vez estamos más cerca de las famosas 3 cuestas pero no las veo y pregunto donde coño están. ¡Vaya es cierto que la primera ni te das cuenta cuando estás en ella! Esto no iba a suceder con la tercera que es la "mamá cuesta".



Llegamos al Cruce de Cabezarredonda y de allí a la bajada que discurre entre chumberas, zarzas y árboles con magestuoso pino rematando la postal (zona más bonita del recorrido) a partir de aquí el terreno fue mejorando pero nuestras máquinas ya estaban "tocadas". La arcilla incrustada en todas las piezas móviles de la bici se había ido secando y tanto la sincronización de los cambios, como los frenos habían pasado al nivel de una mtb del Carrefour (¡y de las baratas!)


Esto no fue impedimento para descargar adrenalina por los descensos rápidos de los caminos que se dirigen hacia el Río Ortigas. Una vez allí, viendo el retraso que sufríamos debido al barro decidimos girar hacia la izquierda (La Serrezuela) y así evitar cruzar el río (que bastante agua habíamos tenido ya en esta jornada) Tras esto camino de las Cruces, Don Benito y Villanueva de la Serena.



Al llegar limpieza general en el lavadero y los más borrachines fuimos a casa del Presi a mancharle la cochera y de paso tomar una cañita.



Denominaremos a esta ruta de pintoresca, más que nada porque las burras acabaron como cuadros abstractos. La próxima vez señores… ¡mejor en primavera!
¡Pedaaaaalllllllllllllll!

P.D: Todavía me duelen los capones de como puse la casa de barro.


Redacción: Lobosolitario

2 comentarios:

  1. Lobosolitario (Rober)12 de diciembre de 2011, 23:17

    Menuda paliza le he metido a la bici con la jodía arcilla!!! Señor presi la próxima vez te va a seguir Rita la Cantaora!!! Roberto Gallego fue el más cuerdo!!! No solo no me cambia en condiciones, sino que he desgastado la parte interior de la horquilla!!! MECAGUEN!!!... Me he quedao 600€ en la sesión repartidos por el campo!!!

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  2. Soys unos quejicas, el barro forma parte del aprendizaje del ser humano, lo dicen los detergentes en los anuncios de la tele. Los alfareros moldean el barro, al igual que las ruedas de nuestras bicis, y esto nos sirve para ver la perfecta sincronización espacio aire que se refleja en el horizonte de la realidad extrasensorial de nuestro cerebro, que a su vez, repercute en el índice de nuestros adolescentes y jubilados. ¿ Está claro... o no ?
    El presi.

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