Rojo, rojo… ¡lagarto, lagarto!

En nuestra última salida como recordaréis (sobre todo los que asistieron), tras recorrer unos cuantos kilómetros llegamos a un alto en el camino. Desde allí pudimos observar como el camino se tornaba a un color ocre, de este a cobrizo y finalmente a ¡rojo, rojo! Algunos recularon unos metros acobardados, otros se hicieron los graciosos, el "echado p'alante" increpaba a los demás… -¡seréis mariqui…! y... los más cuerdos blasfemaban sin parar. Acabábamos de toparnos con "barrobotijo" o como lo llaman en los libros de geología "arcilla de la wena".

EL RINCÓN DEL SABIJONDO

La arcilla está constituida por agregados de silicatos de aluminio hidratados, procedentes de la descomposición de minerales de aluminio. Presenta diversas coloraciones según las impurezas que contiene (en nuestra zona geográfica suele tener tonos rojizos intensos, por lo que es fácil reconocerla). Se caracteriza por adquirir alta plasticidad al ser mezclada con agua. Al contener aluminio y otros sedimentos (pequeñas rocas, etc.) es muy abrasiva con los componentes de nuestra máquina.

Ruedas tranquilamente y los neumáticos van acumulando residuos que al poseer tanta plasticidad, no se desprenden de la goma. Al girar rápidamente la cantidad se va acumulando hasta bloquear la rueda a su paso por la horquilla o entre las vainas y los tirantes.


RESULTADO
Hemos pasado de 10 a 30 los kilos de bici en cuestión de un minuto y además nos es imposible rodar. Al detectar que se está avecinando esta situación ¡o incluso antes!, hay que detenerse y liberar las ruedas del barro. La fricción forzada de la rueda contra la "pelota de barro" si seguimos rodando puede ocasionar indeseables desperfectos (rayaduras de la pintura, desgaste del material del cuadro, quemaduras en los neumáticos, pastillas de freno, ferodos de pinzas de frenos de disco…).



PROCEDIMIENTO
Parar inmediatamente, y eliminar las enormes masas de arcilla. Para ello lo más efectivo y rápido (que no higiénico) es utilizar las manos. Quítate los guantes y elimina la mayor parte. Cuando ya no puedas acceder al barro restante, ayúdate con un palo. Sería recomendable que tuvieses un charco cercano para deshacer con agua las zonas más solidificadas. ¡Eso sí! que sepas que nada más llegar a casa toca limpieza a fondo. La tierra mezclada con el agua entrará por todos los huecos de tu transmisión. ¿Ya estás liberado?… pues… si la arcilla sigue en el trayecto te aconsejo que no te vuelvas a montar. ¡Bici al hombro!

CONSEJO
Si tenemos la posibilidad de rodar por los laterales del camino, por encima de la vegetación ¡hacedlo! Las raíces impedirán que os hundáis. Otra opción es ir campo a través (siempre será mejor que la arcilla).

Todo esto podría quedar ahí, pero… lo más delicado está por llegar. Si hay una parte delicada de nuestra bici que siempre tiene que estar al 100% para un buen funcionamiento es la transmisión.
Cadena, platos, piñones, roldanas, engranajes, cambio, desviador, bujes… ¡PARA TODOS la arcilla es el enemigo Nº1! El elemento se mete entre las piezas móviles. Por su alta consistencia no cae (se queda ahí) y las piezas trabajan sufriendo un alto desgaste por el roce de los minerales. Una "Lija del 8" se ha instalado en tu bici y está dispuesta a comérselo todo.

ACONTECIMIENTOS
En nuestra última salida "GuarreTrébol" tras pasar sobre la arcilla y bloquearse mi bici, cogerla en volandas, limpiarla a mano, con palito, bañarla, y llorar un poco… estuve toda la ruta sufriendo las consecuencias.



Si algo tiene de especial la transmisión 2x10 piñones es que al tener una cadena más fina la sincronización es más suave, rápida… pero muuuuuuuuuuuuuuuuuuucho más delicada. Si no está todo bien sincronizado mejor no salgas. Cada vez que subía una cuesta pronunciada y "apretaba", se sucedían repetidos chupados de cadena con el riesgo de rotura, por lo que tenía que ir con mucho cuidado (no es la primera cadena que doblo o rompo).

Cuando llegamos a meta fuimos directos al lavadero. Cuidado con el abuso o uso inapropiado del lavado a presión de las gasolineras. Siempre hay que lavar a cierta distancia y perpendicular al plano de la bici. ¡Nunca en oblicuo ni de cerca, ni directamente en las articulaciones o rodamientos!

Además es recomendable usar solo el modo ACLARADO (solo agua) y dejar salir un buen rato el agua antes, sin dar a la bici para que se vacíe todo el circuito del anterior uso. Ya conozco más de un caso en el que han echado cera a las pastillas de disco y las han contaminado. Luego solo se puede solucionar cambiándolas.



IMPORTANTE
En ningún momento recomendamos el lavado a presión en gasolineras. De hecho las marcas, tenderos y mecánicos no lo recomiendan. Lo que sucede es que como TODOS LO HACEMOS, en mayor o menor grado… mejor hacerlo bien. Para un correcto lavado deberéis usar una mangera ¡SIN PRESIÓN!, esponja, pequeño cepillo y jabón neutro. Tras esto secar y esgrasar (sin excesos).

CONSECUENCIAS
Bueno pues a día de hoy la cadena de mi bici cruje como la puerta del Conde Drácula, ha cogido holgura, no engrana bien, al dar pedales hacia atrás la cadena salta… una odisea que no sé como acabará!!! (seguramente con desembolso si no ahora, en breve)

Ya sabéis: Si tu dinero quieres conservar "tierrabotijo" habrás de evitar.