4 de diciembre de 2011

La venganza del abrojo

Ruta: Badenes de Valdivia-Canal Secundario-La Encomienda
Distancia: 42 kms.
Fecha: 4 de Diciembre de 2011

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Crónica de la ruta
21 pinchazos y 500 noches... lo nuestro duró... Lo de hoy lo podemos considerar extraordinario, era como introducirse en el laberinto de Ariadna, un círculo vicioso de pinchazos, un sinvivir, una ruta abortada, en fin: "la ostia". Detrás de esto, una mano negra, un lobby del caucho y el Sprinter y Carrefour, frotándose las manos.


Mañana de Diciembre, lugar habitual de quedada, frío del carallo. Tres nuevos biciclistas que se estrenaban, recién salidos del Gim con sus equipaciones impolutas del Garmin y Orbea, hoy han decidido convertirse en tréboles y esperamos contar con ellos en más ocasiones... si los abrojos nos lo permiten.






Carlosbiker se acerca a la estación para preguntar por la intendencia de Cornalvo: otro guante lanzado y recogido por nuestra inconsciencia. Y el capo de los anillos sin aparecer, 16Válvulas, preocupado le llama al móvil y nuestro presi que se "ha quedao dormido". ¡Qué putada! Al final, salimos con las manos agarrotadas por el frío, algunos con guantes de verano y otros sin guantes, casi ná. La jornada se presentaba distendida casi de paseo y cestita después de muchas salidas desafiantes, ruta para rodar en grupo-conversar-reír. Los caminos se encontraban en buen estado, el frío era mitigado en parte por el sol.





Hoy el Cuñao nos acompaña y ha sido quien cursó invitación a las nuevas incorporaciones, y es él precisamente quien pincha (1). Paramos todos y charlamos sobre la filosofía kantiana y wittgenstaniana, en fin de cosas sencillas... como nosotros. Así cruzamos los badenes dirección al Canal Secundario por los nuevos caminos del Guadiana, bien señalizados y que cogimos la última vez que fuimos a hacer la Ruta 67. Una vez en la pista del canal, un grupillo empieza a azuzar el ritmo, con lo cual se parte y nos transformamos en dos: cabeza y cola. Los primeros, se pasan de rosca y no han torcido a derecha para entrar en Valdivia donde hacemos la posta. Se me caen las lágrimas cuando veo el banco donde Carlosbiker y el Gurú tuvieron un escarceo: ¡me dejó ponerle la pierna encima! (busquen, busquen la entrada y comprobarán la felicidad en nuestras caras).







Allí al pie del monumento al colono, en la plaza de Valdivia, nos arrellanamos buscando el sol que despunta. Nos dimos cuenta que "la blasa" se había camuflado entre nosotros o ¿había más de una? Es lo que tiene el invierno, un desfile de modelitos de lo más variopinto. Tras un descojone generalizado con los chascarrillos de unos y de otros, los tréboles vaciamos los bidones en ese botellón light que se formó a eso de las once de la mañana en medio de Valdivia.





Enfilamos por las pistas de alquitrán buscando el río Guadiana. Antes nos cruzamos con un grupo de biciclistas, son los de la Agrupación Vegas Altas, y nos saludamos cortésmente: eeeeeeeey chaaaaaaaaaacho, adiós!. Y entramos en el tramo más entretenido hasta entonces: surcamos pedruscones, sorteamos ramas de la poda, bajamos una cuesta curiosa, un frenético ritmo que calienta. Salimos de nuevo a pista abierta, viendo la silueta del Castillo de la Encomienda al fondo.





Con la intención de explorar alguna vereda e introducir una variante de subida por la sierra, nos disponíamos a adentrarnos en la pendiente cuando... "el abrojo asesino" se ceba indiscriminadamente sobre el pelotón.





Nos paramos en medio del camino porque vimos que el pelotón atrás lo había hecho. Por delante Carlos, La Bestia y Carlosbiker se adentran en lo inexplorado. Los cuatro (16Válvulas, Imedio, El bodeguero y El Gurú), hablamos sobre las barricas, el roble americano y tantas y otras cosas navideñas, cuando Imedio se da cuenta que ha sido víctima del pincho asesino: cambiamos rueda. El caso es que el tiempo pasaba y los de atrás, unos metros atrás, no acababan de subir a sus burras. Al final, decidimos volver sobre nuestros pasos: ¡ocho, ocho, pinchazos! ¡hemos pinchado todos! nos vociferaban.





Aquello era peor que la Batalla del Somme, el que asomaba el pescuezo, pssssssssssssssssssffffffffff ¡otro pinchazo! ¿tú también? Yo me hacía cruces: soy medalla de oro compartida con Ferrà Adrià en pinchos. Y hoy, no, no escuchaba la cantinela de "Hola, soy tu pinchazo", soy como el salmón a contracorriente... 21 pinchazos y ninguno mío.







Después de un rato aparecen La Bestia, Carlos y Carlosbiker, éste había sufrido la venganza del abreojos en sus dos ruedas y la de delante continuaba floja. El caso es que temerosos y sumisos decidimos enfilar la vuelta a Villanueva con más miedo que vergüenza. Algunos toman las de Villadiego y no quiere ni mirar pabajo.



A mitad del puente viejo, el Sr. de los Anillos para, para inflar la rueda: hoy el perroclaxonrosa le acompaña. Siguiendo la pista paralela a la carretera, Imedio, 16Válvulas y El Gurú miran hacia atrás y no viene nadie. Me doy la vuelta, de nuevo habían parado para inflar. Ya he tocado madera, he cruzado los dedos, he besado mi amuleto, ¡no sé qué hacer ya! 16Válvulas ha tirado palante, la rueda la tenía floja, ¡esto es una epidemia!. Por fin nos aproximamos a Villanueva y una vez pasado el Mesón Don Marcelo, detrás de un cartelón, la silueta de un biciclista con la bici vuelta del revés y una cámara en la mano. No ha llegado el compañero del Cuñao, que nos dice que tiremos palante, que esto es demasiao.

La crónica como se puede comprobar certifica el mal fario de hoy, mañana nos vemos en el Sprinter, acabaremos con las existencias de cámaras. Joé, el abrojo se ha tomado su venganza.

Es lo que hay correliebres, adiós y hasta la próx... pssssssssssssssssfffffffffffffffffff.

3 comentarios:

  1. ¿Veis como al año que viene las tenemos que sortear de las del líquido verde antipinchos?...

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  2. Esa es la plaza de mi pueblo.abeis tenido un dia pesimo de pinchos.si no aprendeis a arreglar un pinchazo.... ya es imposible.
    Saludos,
    ACr

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  3. Doy fe de que la pierna encima que me puso el Sr Gurú es real como la vida misma.
    Estábamos haciendo nuestra ruta,paramos en la plaza de Valdivia,nos sentamos en un banco,nos miramos y dijimos:hagamos lo que tengamos que hacer antes que el P.P. gane las elecciones.A dia de hoy ya es demasiado tarde,jajaja

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