28 de agosto de 2011

Gremlins por los caminos



Ruta: Villanueva-Las Cruces-Puente de La Pared-La Haba-Villanueva.
Fecha: 28 de Agosto de 2011
Distancia: 40 kms.

Crónica de la ruta
Nuevo día para la Peña, algo más caluroso que el anterior domingo. Segunda ocasión para volver a concurrir en el nuevo lugar de Quedada. Se ha demostrado que es un buen lugar para reunir al medio millón de cicloturistas que hoy hemos conseguido convocar. Atrás han quedado esos días donde hacíamos oficiales a los nuevos integrantes de la peña: hoy no voy a hacerlo, si no la lista sería más larga que el espacio de la crónica.

En aquella película de los Gremlins, cuando el protagonista fue a comprar uno, le advirtieron de tener en cuenta tres precauciones:

1.- No exponer al mogwai a las luces brillantes y no debe recibir luz del Sol, ya que ambas lo matarían.
2.- Nunca darle de beber agua y no debe mojar al mogwai.

3.- Y la más importante, nunca alimentar al mogwai después de la medianoche.

El caso es que hoy nos han aparecido gremlins por tos laos: hasta veintiuno. Creo que la culpa ha sido la Ruta de los Ríos Serona y que afecta directamente a la segunda advertencia. 21 cicloturistas unidos por una misma afición, ¡ahí queda eso!


Reencuentro para algunos después de una larga ausencia, repetición de asistencia para otros, nuevas incorporaciones... es lo que nos ha llevado a juntarnos tanta gente. Me gustaría quedar y dejar claro una cosa: en la ruta de hoy, no excesivamente dura, nos hemos tenido que parar más veces de lo habitual. Las causas han sido diversas; pinchazos, averías, esperas... sobre todo motivadas por salir en grupo (reagrupamientos necesarios). Si por algo nos hemos caracterizado hasta hoy es precisamente por eso, por ser aficionados a la bicicleta, no competimos ni pretendemos hacerlo. La mañana de los domingos sirve para pedalear en grupo, compartir experiencias, reírnos, pasar un rato agradable y eso es lo que hasta ahora hemos hecho. No tiene sentido dejar tirado a ningún miembro por esos caminos insondables de Dios y al ser un grupo más grande y heterogéneo significa tener que parar con mayor asiduidad. Es el peaje que tiene esta fórmula. Las bravatas se demuestran en las carreras oficiales o en las salidas de entrenamiento entre semana y sobre todo eso lo entiende el aficionado que lleva mucho tiempo en esto y que tiene ya el colmillo retorcido en esto de la bicicleta, de hecho contamos con más de un miembro con este perfil y ahí están, compartiendo kilometraje cada domingo. He dicho.



Después de esta filípica y de la otra que os he echao esta mañana, vamos con el tema. Me acordaba de mi amigo El Alcaudón, que desde Madrid nos tiene en sus oraciones y del cual espero se nos una un domingo que se deje caer por Seronia. Nuestra brújula, El Señor de los Anillos, nos había propuesto una rutilla hacia la Sierra de las Cruces, pero el caso es que no acababa de aparecer. Al final, llegó y emprendimos la marcha. Saludos a las nuevas incorporaciones, a las viejas incorporaciones, a las incorporaciones venidas de otros lares y a las incorporaciones de toa la vida. Incorporados todos llegamos a Don Benito, donde nuestro civismo y educación hace que tracemos debido al ingente número de ciclistas la rotonda de la piedra pinchá de un palo, como corresponde y no haciendo como lo haría juan el guarro que es como lo hacíamos cada vez que pasábamos por allí. Que no se ofenda ninguno de mis juanes, que eso no va por ellos, lo he sacao de la gramática parda.



Al pasar por la rotonda de la Virgen de las Cruces y mirando al grupo de tréboles, no sentí ninguna envidia del recuerdo de los grupos que cada sábado-domingo se reúnen allí. Santo Jabero y parada para cruzar hacia el camino señalizado como Sierra de las Cruces. ¡Qué reguero de gente! Parecíamos rocieros que habíamos cambiado los carros de bueyes por las burras. Pasada Doña Blanca un ciclista se nos cruza andando, había roto la varilla del eje delantero. Nos paramos pero aquello no tenía remedio. Nuestra vocación salvadora no sólo se extiende a los animales: algún perrillo que se está ahogando, una oveja descarriada... los de Adena nos van a contratar.


Al desviarnos por el camino de la cancela, nos esperamos bajo la sombra de un chaparro para el primer reagrupamiento. Una vez todos allí, emprendemos la marcha por los caminos de sube y baja: el grupo es heterogéneo, unos se las pelan y otros rodamos como podemos. Colmenareño, un auténtico ciclista, ha pinchado. El Desgastador, Lobosolitario y El Señor de los Anillos se quedan a echarle una mano. Ya el domingo pasado le hice un homenaje a él y a su burra y hoy lo vuelvo a ratificar, luego nos despediremos hasta las próximas navidades. Tardaron un ratillo hasta llegar hasta la sombra donde nos arremolinábamos como ovejos. Allí La Bestia nos explicó que no lo hacíamos bien, que las ovejas se entremetían unas con otras, a lo que algunos respondieron que de mariconadas, nada. Yo creo que es porque aún no están preparaos para tener experiencias sexuales campestres... Mi faringitis me provoca un ataque de tos que me recuerda a lindo pulgoso.

De aquí al cruce -que no macuerdo cómo se llama- pasamos por caminos que son trialeras: zanjas como catedrales, pedruscos tan grandes como la cabeza de Marichalar, arenas traicioneras, toboganes, etc. Hay una dispersión en el grupo y de nuevo reagrupamiento en el mencionado lugar. Allí bebemos y comemos y como no estoy en todas las conversaciones, pues ya se me escapan los comentarios. Lobosolitario, saca su móvil para ubicar tanta cara y nombre nuevo. En la próxima salida nos vamos a grapar un crotal e injertar un microchip. De nuevo, lindo pulgoso que me persigue.

De ahí hasta el Puente de la Pared, bajada contínua. De nuevo, reagrupamiento. Camino de La Haba me suena el móvil y tengo que pararme, es el Señor de los Anillos que me llama, le devuelvo la llamada pero sale su mujer, llamo a Lobosolitario y tampoco. Cuando ya nos cogen en La Haba nos comentan que estaban esperando a Induráin, pero Induráin estaba en el rebaño.

Atravesamos La Haba y allí somo agasajados por nuestro público. Dos hombres mayores sentados en un banco de granito que siempre están allí, creo que de madrugá, también. Solo lo dejan a la hora de comer y cenar. Dirección Villanueva, el camino está trazado paralelo a la nueva carretera y nos desviamos por el cementerio para coger la general. Allí se producen ciertos piques y la gente jalea el apretón, estamos viendo la torre de la Iglesia. En la rotonda de la balanza nos despedimos. Ya no es una despedida personal, es anónima, pues si fuéramos uno por uno, parecería que estábamos dando el pésame y no es eso, sino lo contrario.

Jornada por lo tanto de gremlins, muchedumbre hambrienta de caminos unidos por la misma pasión.

Saludos correliebres, nuevos tréboles. Quedamos para el próximo domingo.

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