12 de junio de 2010

VII Ruta Puerto de la Cabra





Ruta del puerto de la cabra desde Quintana de la Serena

Como el amigo Antonio me ha pedido que haga la descripción de la ruta desde Quintana, pues aquí estoy yo, para dar fe (tipo Luisma) de lo que fue la ruta.
Tocó diana (de hecho lo que suena como despertador es la corneta de quinto levanta… En algo se tiene que notar que me gusta el ejército) muy temprano ese Domingo, en concreto a las 7:15 horas, desayuno rápido y como el del chiste, que me pongo ropa de invierno o de verano, porque como bien sabéis la noche de antes estuvo lloviendo. Opté por ponerme ropa de verano, eso sí, con los manguitos, que me vinieron de P.M. a lo largo de toda la jornada.
Llegué a Quintana a las 8:15 la salida estaba prevista a las 8:30 me inscribí y me dieron un dorsal el número 56, al que iba antes que yo le dieron el 69, ¡¡¡suerte que tienen algunos!!! Cuando salgo de la inscripción veo a un chaval, (que por cierto venía de Malpartida de Cáceres) que estaba limpiando la bici. Pero hombre ¿cómo la limpias ahora? Si la vamos a poner hecha un asco le espeté. Según me dijo le estaba limpiando los mosquitos del viaje, ya que la traía en la baca. Gente meticulosa!!!
Allí había gente de todos lados: Mérida, Cáceres, Pela, Don Benito, Villanueva, Miajadas, Castuera y seguro que me quedo algún otro pueblo. Pero sobre todo lo que había era un nivel alto. Allí estaban los perdíos, que se llevaron un premio al grupo más numeroso. Allí estaba el amigo Joaquín, viejo conocido de los Tréboles. A las 9:00 iniciamos la marcha unos 120 sufridores, y tenía dos estrategias: o me quedaba a la cola del pelotón (que fue lo que hicimos en la marcha de Manchita) o me iba con el grupo de cabeza. Aunque después de ver el nivelazo que había, pues me sentía un poco acongojado, mejor dicho, acojonado. Al final, como Joaquín iba delante me fui con él.
Comenzaron las primeras rampas y las primeras dificultades del terreno, había un cortado en el terreno que le pude salvar gracias a que llevaba la bicicleta doble, sino allí me quedo todos los piños. Primeras rampas duras y primeras estiradas del pelotón. ¡¡¡La madre que lo parió!!! Pensaba yo, que largas son aquí las cuestas. Y así entre subidas y bajadas sucesivas nos íbamos aproximando al puerto de la cabra. El único percance que tuve hasta aquí fue que en una subida empinada y con muchas piedras sueltas, tuve que sacar el pie de los pedales automáticos y echar pie a tierra. Y lo peor en esa situación es coger el primer golpe de pedal. Ahí me pasó bastante gente.
Llegamos a la caseta del puerto de la cabra, y los muy cabrones de los organizadores nos tenían preparado una sorpresa, en lugar de hacer la subida normal de la caseta al mirador, nos llevaron camino abajo, buscando la subida del infierno, (cojones con el nombrecito, que malos presagios ,verdad?? . Iniciamos una bajada divertida y acto seguido la ya mencionada cuestecita. Cojones con los cojones, vaya inclinación que tenía, había una curva a izquierda, en plena subida que era épica . Todavía no sé como conseguí subirla, íbamos un grupo numeroso y muy juntos y la verdad es que era difícil trazar por allí . Terminada la cuestecita, quedaba la subida al puerto de la cabra, ¡¡casi na!! Llegué al puerto de la cabra y podría haber allí unos 30 bikers.

No está mal, me dije. Cuando estábamos allí llegaron el amigo Joselito y Jesús, a ver si el año que viene les engaño y se vienen también. Echamos allí un rato (largo, porque me quedé mas frío que un témpano) e iniciamos la bajada, larga y divertida por unos paisajes muy bonitos, cuando todos pensábamos que ya estaba todo hecho nos dicen que todavía queda una subidita. Tela con la subida, plato pequeño, piñón de 34 dientes y a subir cada uno a su paso, como me dijo un chaval que venía conmigo. La subida de PM. El grupito que venía conmigo se quedo atrás, y es que en una subida empinada como eches el pie a tierra estás perdido. Cuando llegamos arriba me comentó Joaquín que de las ediciones que el había acudido ésta era la más dura. Una nueva subida ésta sin muchas complicaciones, bajada peligrosa y 7 u 8 kms de llaneo y ya estábamos en Quintana. Mañana divertida y gracias que no hizo calor sino esta marcha en esta fecha hubiese sido insoportable.
Tan sólo destacar un incidente: un chaval que partió el cuadro de carbono de su bicicleta.
Esperemos que el año que viene estemos todos los tréboles juntos en esta marcha. Salu2 y al pedal.

Texto: J.C.Muñoz

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