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Ruta: Mérida – Cornalvo -
Villanueva
Fecha: 22 de febrero de
2015
Distancia: 76 Kms.
Retomamos
este año una de las rutas estrellas del calendario Trébol. El Sr. Presi había preparado el contacto
previo para el viaje: llamada a Renfe, solicitud de permisos, pago de billetes,
etc. Todo preparado para no tener problemas, o eso creíamos. Fran y Teles habían preparado un track para evitar lo más posibles tramos
de asfalto.
Llego
a la cita a la hora establecida de las 8:10h y primer susto, un tren parado en
el muelle y ningún trébol a la vista. ¡A que no me he
enterado bien y llego tarde! Al tiempo llegan ‘Altrantran’
y ‘Gallego’. Cruzamos al otro muelle
y allí está el Sr. Presi metiéndonos prisa para subir. ¡Pero
si llegamos con tiempo!, ¿no?
Subimos
las bicis y vemos que el grueso ya está montado y sentado. Aparece ‘Tornibiker’ con su bici retro, pero
hoy, como la ruta es más larga, ha cambiado su bici rígida de los años 80 por
una más moderna, por lo menos de 1987. Y es que ese año se comercializó la
primera Trek con suspensión delantera, y la que traía nuestro compañero ‘Torni’
sería de esas primeras, porque suspensión delantera sí tenía, pero tenía que
ser de ballestas por lo menos.
Todos
subidos al tren, con tiempo suficiente para no retrasarlo y hace presentación
estelar el Interventor del tren comentándonos que teníamos que bajarnos todos
porque no estaba permitido subir bicicletas. En este momento comienza un ir y
venir del Interventor y el ’Sr. de los
Anillos’ (y señor de los permisos) para negociar la “bula” que Renfe nos
había dado para subir 31 bikers+bici, en un tren que llevaba 2 pasajeros, hay
que decirlo.
Durante
ese tiempo, ‘Gurú’ hace un nuevo
amigo. Uno de los pasajeros era un misionero de una agrupación de Santa Teresa
de Jesús, el cual le invitó a que fuera un día a su congregación a tomarse un
café, y como señal de buena intención le obsequió a él y al ’Sr. de los Anillos’ con una postalita
con la imagen de Jesucrito y una oración. ¡Amén!
Por
fin, todos bendecidos más por el Interventor que por el misionero, arranca el
tren, tarde con retraso, hacia Mérida.
Llegados
a Mérida hay estampida general, los miembros rasos al WC y la cúpula de la peña
a la cafetería. Todos saciados, un amable viajero que casi se le escapa el tren
nos hace foto de grupo y comenzamos la
ruta.
Primera
parada casi sin dar pedales para hacernos otra foto de grupo con el fondo del
acueducto romano, no sin antes una simpática mujer nos pregunte:
-
¿De dónde sois?
-
De Villanueva de la Serena.
-
¡Ah!
Sois españoles.
-
Pensamiento: “Señora, vamos 30
tíos en bici, el Camino de Santiago francés va por otro lado.”
Ante
dicha gran afirmación me vino a la mente cuando en el País Vasco querían crear
el ”Carnet Vasco”.
Comenzamos
los primeros caminos por el Cordel de Mirandilla
y ‘Carlosbiker’ me hace una
indicación de que ese camino no es el que va a Proserpina. ¡¿Cómo?! Pero si se quedó en pasar
finalmente por Proserpina. Tras una pequeña disputa se decidió continuar todos juntos.
Yo
me quedo al final del grupo con dos bikers que iban quedándose retrasados
cuando un par de kms más adelante me doy cuenta que no son de nuestro grupo y
menos mal que ‘Tricolor’ estaba a
tiro de piedra y no me quedo cortado.
Antes
de llegar a Mirandilla nos encontramos con unos grandes charcos de agua y
barro, y comienza la “chufla” del día: “Esto nos pasa por no ir
a Proserpina”.
Cruzamos
la población y ponemos rumbo por el Camino
de Montánchez, primero camino compacto y después un camino precioso, un
poco escarpado y guiado entre arboleda en ligera subida adentrándonos en Sierra Bermeja hasta hacer un giro a derechas donde vuelve
el camino compacto con un sube-baja hasta el cruce donde hacemos la primera
(segunda) parada. Fotos y primeros bocados para mantener la energía, cosa que
mantendremos a lo largo de la ruta para evitar los casos de calambres y pájaras
sufridos la vez anterior.
Bajada
rápida que nos llevará hasta la siguiente parada, la presa romana del embalse de Cornalvo. Más bocados y retomar el
camino por un pequeño sendero por la parte sur del embalse y dirección a San Pedro de Mérida donde tenemos que
cruzar la autovía por un paso inferior y donde este año tomamos camino
diferente para evitar cruzar el Río
Búrdalo.
Nuestra
sorpresa es cuando el supuesto puente por donde tenemos que cruzar el Río
Guadiana está derrumbado. “Esto nos pasa por no ir a
Proserpina”.
Comienzan las suposiciones: que si las graveras hacen y deshacen a su gusto,
que si se derrumbó en las fuertes lluvias de años atrás, que si fue el
terremoto de Albacete (¡ah, no! que eso fue después), que en nuestro viaje hemos
entrado en una espiral espacio-tiempo y hemos vuelto a La Tierra para encontrarnos el
mundo derrumbado, tipo El Planeta de los
Simios. Nada, el problema fue por no ir a Proserpina.
Recalculamos
el track al más estilo TomTom y nuevo camino a recorrer. El único pero es que
tenemos que cruzar el Río Búrdalo cosa que intentábamos evitar. Al llegar a él
el agua no levantaba una cuarta y cada uno coge su mejor sistema para su cruce,
unos montados, otros a pié y otros a pies descalzos, pero en momentos así es
cuando más aflorecen las cámaras de fotos para inmortalizar un posible “baño”.
Camino
dirección a Yelbes y de ahí por
asfalto hasta Medellín. Lo que cambia
los planes el no pasar por Proserpina.
Pequeña
parada donde ya se nota el cansancio en algunos de los compañeros. ‘Tricolor’ se queda en Medellín donde
le vienen a recoger, los demás continuamos, no sin antes algunos pensar en
subir al castillo, pero sólo se piensa en
evitar el camino de gravilla que ha minado la moral en cada ruta que pasamos
por ella.
Llegados
a Don Benito vemos a la policía
local todavía haciendo control porque no ha terminado la carrera del Circuito
Guadiana que también era hoy. Así y todo nos dejan pasar y cada uno decide por
donde quiere llegar a Villanueva, por el canal, por el camino detrás del
Hospital y ‘Gurú’ por la carretera
puesto que está ya en las últimas.
Que la ruta ha sido larga, sí. Que se está
cansado, sí. Que la hora ya es avanzada, también. Que así y todo algunos piensan
en tomarse unas cañas, indudable, impensable lo contrario y de obligado
cumplimiento. A vuestra salud (bueno, a la nuestra).
Moraleja: Si el Interventor casi te la
arruina, si estás en Mérida, pasa por Proserpina.
Cronista: Carlos (Induráin)
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