7 de abril de 2014

El ataque de los Callejas clonados



Ruta: El intento de La Cabra por la Guarda
Distancia: 57 kms.
Fecha: 06 de abril de 2014
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Crónica
La ruta era preparatoria para el próximo domingo, la ruta reina de la peña El Trébol: Guadalupe en su cuarta edición. La mañana era fría y la niebla caía sin poderse ver un panizo. A las nueve y veinte aun no habíamos salido a dar pedales, la flema británica nos acompaña y hemos dejado el stress para los días de diario. Pero ¡coño! Habrá que arrancar ya.


Al final, salimos en busca de la silueta de los empinados caminos hacia Magacela. El tramo hasta llegar allí nos calienta más que un carajillo, todavía las piernas están frías y cuesta poner el mecanismo a temperatura. Es allí donde Sioux, con su nueva burra decide meter kilometraje y se nos desvía hacia Kampanistán, nosotros buscaremos las veredas hacia La Guarda. El caso es que los caminos suben y bajan y el recorrido es entretenido y diferente al scalextric.


Una premonición: cuando por primera vez se bifurca el camino, primera metedura de pata y eso que Pacorretales y Txema actúan como guías iniciados en el difícil arte de perderse con el gepeese. 


Íbamos tan entretenidos que atravesamos la entrada de la finca Las Matas, cuando ahí nos topamos con el primer inconveniente. El pastor nos detiene y nos advierte que no se puede seguir y precisamente hoy, menos. Un montón de coches aparcados en el cortijo delatan que ayer hubo juerga y de la buena… y hay que preservar la intimidad de los invitados.



Eso da pie a nuestra imaginación: políticos, banqueros, constructores, nuevos ricos, defraudadores, en fin toda la fauna corrupta de nuestro país se juntó anoche para festejar la subida del Ibex 35. Pero lo mejor es que el pastor es el clon de Jesús Calleja, sí ese de Desafío en Himalaya, hoy dedicado a impedir el avance de las tropas trebolianas.


Si eso estuvo bien, mejor fue que apareció Jesús Calleja II, de nuevo otro clon, debido al éxito del primero. Como perrillos perdigueros nos pusimos a olisquear por si aperecía un tercer jesuscalleja. Pero no, no apareció, si no hubiéramos llamado a Iker Jiménez.

A todo esto, nuestro Presi, muy diplomático él, pidió disculpas de nuestras partes, lo cual le valió para que Tricolor le machacara toda la mañana como uno de esos martillos de feria que pitan cuando te golpean la cabeza. Volvimos sobre nuestros pasos en busca de la Senda del Rey, que yo pensaba era el nombre del primer capítulo de la cuarta temporada de Juego de Tronos. Pues no. Para saber por dónde discurre la senda del Rey hay que buscar el rastro, al marcar el territorio de Altrantrán, que decidió hacerlo como los leones de la dos.


No sé ni cuantas vallas se abrieron y andábamos más perdíos que Adán el día de la madre. Aunque el paisaje era precioso, pensábamos que de un momento a otro nos iban a salir el Azarías, Paco el Bajo y la Régula y de vez en cuando miraba para ver si el señorito Iván seguía colgao de una encina.


Al fondo, un señorito con 4x4 nos esperaba y menos mal que conocía al Tatuao, que si no, igual el recibimiento nos lo hubiera hecho de otra manera. Nos indicó cómo salir y pudimos hacerlo. Cuatro tíos subidos en quads, nos veían pasar y Pacorretales insistía en el camino digital. Por fin llegamos al puente de Isabel II (ver foto con inscripción) y la hora nos hacía pensar que el Puerto de la Cabra habría que subirlo en otra ocasión.


Una vez comidos, bebidos y fotografiados iniciamos una subida repentina y empedrá que nos obligó a poner los pies en la tierra y otros algo más que eso, como fue el caso del Tatuao (hay foto del momento estelar).


Salimos así a la carretera y vimos a nuestra izquierda La Guarda, primer signo de civilización en casi tres años. De nuevo caminos y sube y baja, ahora más acelerado que antes. Pero de nuevo, lost in the dehesa.


En esto perdimos o... "se perdieron" Caballito, Lobosolitario y Agapornis. El resto, desesperados por salir del laberinto decidimos tirar de asfalto, desde el puente de los grajos hasta La Haba. El Tatuao nos azuzaba para echar el resto: El Afilaó, Imedio, Apdales, y los demás.


Así llegamos hasta La Haba, pero nos faltan efectivos. Así que echamos cuenta: falta Tricolor, falta el Presi y falta, falta… espera que voy a llamar por teléfono: ná que Pacorretales ha pincha o.


¡Coño!, Pacorretales el mismo que se perdió en el Cijara. No tenemos perdón. Si hubiera estado Induráin, seguro que no se le hubiera pasao. Así llegamos por caminos hasta Villanueva.



En fin, una locura y el espejismo de los Hernández y Fernández de la dehesa. El domingo, a las siete y media: Road to Guadalupe. Agur correliebres y que los clones de jesuscalleja no se os aparezcan en vuestros sueños.

5 comentarios:

  1. jajajaja....Buenísmo lo de "los Calleja"!!Ha sido una ruta un tanto atípica pero no me podéis negar que nos lo hemos pasado muy bien.

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  2. Yo soy de los que prefiere jornadas así en buena compañía que... Una ruta de tropecientos kilómetros. Me reí mucho. Sois unos cachondos tos!!!

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  3. Buena ruta y buena crónica, de éstas había que hacer más.

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  4. Como decía Gila: Me habéis matao a mi hijo, pero... y lo que me he reído?

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  5. Buena crónica y buena ruta. Rutas de este tipo hacen afición y consolidan el grupo.

    Jesús (Tricolor)

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